Transformados Por Su PalabraMuestra

"Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto" (Romanos 12:2).

Ser transformados por Su Palabra, puede ser una realidad para nuestra vida, si observamos el ejemplo de Jesús día y noche meditaba en la Palabra, antes de cada misión, apartaba un tiempo especial para encontrarse con el Padre, durante cada misión usaba el arma de la Palabra como la mejor herramienta para enfrentar la batalla, y al terminar su encomienda apartaba de nuevo un tiempo para darle gracias.

La mente del Maestro, día y noche era renovada por el poder de la Palabra, en ella meditaba todo el tiempo, sus pensamientos como hombre eran transformados por el entendimiento que tenía de las Escrituras para seguir la voluntad de Dios, y caminar en lo bueno, agradable y perfecto.

Como seres humanos se dice que nuestro cerebro procesa alrededor de 60.000 pensamientos al día, aproximadamente el 80% de ellos están enfocados en una situación negativa, en algo que va a pasar, en una actividad que tenemos, en un problema que debemos enfrentar o una tarea a cumplir, lo que termina en una carga no solo física sino también emocional, cuyo fin será abatir nuestro espíritu y corazón, paralizar nuestra mente.

Pero que tal si aplicamos la estrategia de Jesús, si meditamos día y noche en la Palabra, si aplicamos determinación, constancia, perseverancia hasta transformar nuestros pensamientos por Su Verdad, hasta dejar que Cristo sea formado en nuestro interior y podamos vivir a Su imagen y semejanza.

Meditar en las Escrituras no solo cambia nuestra mente y entendimiento, sino que causa en nuestro interior un gozo verdadero, para vivir cada día confiados en ellas, lo que genera paz, buenas decisiones, alegría, fortaleza, descanso e inspiración para el día a día y se refleja en una salud física, emocional y espiritual, dejando a un lado el afán, el temor, la depresión y la angustia, por la seguridad que nos transmite la verdad de las Escrituras.

Hoy te invitamos a hacer una oración y pedirle al Padre que podamos ser fortalecidos por Su gracia, que la Palabra sea nuestro deleite, renueve nuestras fuerzas, nos consuele en nuestras dificultades y nos ayude a tener la perseverancia para permanecer en ella de día y de noche, en todo tiempo, lugar y circunstancia.