Centinelas en los MurosMuestra

Centinelas en los Muros

por Rocky Fleming

Oración

"La oración es la verdadera batalla" (Tom Seay, Director Regional de NWA, Influencers).

Aquí en el noroeste de Arkansas, escuchamos a Tom repetir las palabras anteriores a menudo. Puedo entender esto, porque él ha visto una obra dinámica de Dios como resultado de sus oraciones. Creo que a Dios le gusta responder a las oraciones de Tom porque las mantiene sencillas y directas. Por lo general, se trata de otros, y Tom tiene mucha fe en que Dios responderá a esas oraciones. Estas cosas parecen ser importantes para Dios. Así que no es de extrañar que Dios le responda de una manera positiva a Tom. Por supuesto, esto es cierto con cualquier cosa que Dios ama y que pide a sus discípulos que hagan. Si le obedecemos y dependemos de Él, y le pedimos que nos ayude a hacer las cosas que Él nos ha instruido que hagamos, entonces creo que podemos esperar una ganancia inesperada de oraciones contestadas. Esto es cierto con ser un "Centinela" para nuestra familia y otras áreas de responsabilidad. Dios nos da este papel. Él nos dice que hagamos esto y nos equipa para ello. Por esa razón, necesitamos entender que uno de nuestros mayores activos para ser este guardián es la oración.

Ayer mencioné que Dios me ha estado enseñando a usar una estrategia de reacción diferente cuando me da discernimiento de una amenaza que viene al ministerio, a mi familia o a mí mismo. Me ha dicho que no debo reaccionar, sino actuar. He llegado a creer que mi acción debe ser primero la oración. Ahora, para los tipos orientados a la acción, debo confesar que yo fui uno de ustedes. Si no actuaba rápida y decididamente, sentía que estaba siendo pasivo. La pasividad es el enemigo de un tipo orientado a la acción. También es el enemigo de un hombre espiritual y piadoso. Así que no me malinterpreten y piensen que usar la oración como respuesta es ser pasivo. Por el contrario, la oración es la acción más estratégica y poderosa que podemos tomar para que nuestros próximos pasos vayan en la dirección correcta. Si no actuamos en oración antes de actuar físicamente, podría haber una tragedia de la que nos arrepentiremos.

Me acuerdo de un amigo vecino con el que crecí. Se fue a Vietnam. Regresó con trastorno de estrés postraumático. Nunca lo superó. Al igual que muchos veteranos que tuvieron que enfrentarse a cosas horribles en esa guerra y en otras, mi amigo tuvo una pesadilla que le cambió la vida. Estaba de guardia nocturna para el campamento que estaba vigilando. Era literalmente un "centinela" para su pelotón esa noche. Durante la noche oyó un ruido y, asustado, se lanzó hacia el monte. A la mañana siguiente, comprobaron si había golpeado a alguien. Encontraron a una madre y a su hijo muertos por las balas. Por supuesto que sentía culpa, remordimiento y quebrantamiento. Ya no estaba peleando una guerra con un enemigo en el otro lado. El enemigo estaba ahora en sus pensamientos y sueños por el resto de su vida. Murió hace unos años sin haberse recuperado nunca de su error. Este es un ejemplo de actuar sin la información y la preparación necesarias. Es lo mismo con ser un "Centinela en el Muro".

Cuando percibimos una amenaza espiritual que viene hacia nosotros, a veces pensamos que tenemos que ser nosotros los que se interpongan en el camino del tiroteo y defender a los que están bajo nuestro cuidado. Sentimos que tenemos que tomar medidas, y debido a esto a menudo cometemos errores. Pero al hacer de la oración nuestra primera acción, tenemos nuestras armas aseguradas y cargadas y listas para disparar cuando y donde Dios nos dirija. Hasta entonces, esperamos hasta que Él diga: "Actúa ahora... de esta manera". Entonces tenemos un objetivo y una estrategia. Sin embargo, muchas veces nunca actuamos más allá de nuestras oraciones, porque como dice Tom Seay, "La oración es la verdadera batalla". Es una de las armas más poderosas que tenemos en la guerra espiritual. Aprende a usarla.

Mañana hablaremos del siguiente paso.