Soy nueva criaturaMuestra

Dios no se equivoca

Desde ese día que Dios menciona que hará todo nuevo en tu vida, eso no excluye nada en ella, totalmente nada. Es desde tu círculo de amistades, tu familia, tu trabajo, tus actitudes, tu forma de vestir, mirar, en fin, todo. Y lo más interesante es que mientras vas caminando en ese nuevo vivir, Dios te va mostrando cómo vas avanzado, dejando que veas cómo cosas, que antes hacías con normalidad, ya no son de tu agrado. Cómo antes tenías una manera de desempeñar cualquier cosa y ya no es igual. Te demuestra una y otra vez que vale la pena haber tomado esa decisión. Y lo mejor es que lo hace una y otra vez. El día que sientas la duda sobre si es o no es, no se hará de esperar en dejarte ver que siempre fue Él.

Dios es tan perfecto que aunque la gente piense que estás tomando todo a la ligera, sin pensar, sin consultar con Dios mismo, Dios utiliza ese escenario para fortalecerte aún más y te esconde en Su Presencia, para cuando sea ese momento oportuno. Él te sacará a la luz y todos verán que en todo momento y en todo tiempo estuvo presente. Dios no trabaja de improviso. Hay que aclarar que las cosas espirituales que Dios pueda estar trabajando solo las puede entender y ver la persona que es espiritual. En otras palabras, esa persona que está conectada con el Espíritu Santo captará qué es lo que Dios va haciendo en nosotros.

La altivez del que nunca vio con buenos ojos lo que Dios realiza en ti. Lo cegará y perderá la bendición de crecer. Incluso, dejará en visto cuanto tiene aún por crecer en la Presencia de Dios. Toma en cuenta que son escenarios que pueden ocurrir ante cualquier público de personas que estén atentos a tu estilo de vida y a cada paso que das.

Cuando yo me reconcilié para allá en el 2016, muchas personas apostaron a mi derrota e insistentemente me mencionaron un límite de tiempo para arrepentirme y regresar a mi camino oscuro y sin Dios. Tanto familia como amistades se unieron a ese esfuerzo de ver cómo yo podía salirme fácilmente del Evangelio. Y les tengo noticia: no solo SOY NUEVA CRIATURA, sino que ya van más de 7 años en las que sigo perseverando en la presencia de mi Padre, quien me ha sostenido, provisto y capacitado para todo lo que he vivido en este caminar cristiano. Y falta por aprender mucho más.

Dios no se equivoca cuando nos llama delante de Su Trono y busca que permanezcamos en Él. No se equivoca cuando nos dice qué conviene y qué no. No se equivoca cuando nos aleja o nos acerca de circunstancias. No se equivoca cuando te mueve de un lugar a otro a comenzar de nuevo. No se equivoca cuando te dice: "Aún hay más". No se equivoca cuando te esconde en la cueva y te dice: "ESPERA, SOLO TIENES QUE ESPERAR".

Es normal que la gente piense que te estás enfriando, que no eres la misma persona, que te alejas, que te comportas diferente. Dios te ha escondido y solo el que está con Él de todo corazón y con ojos en Él podrán descifrar esa clave.

Es como en el Viejo Testamento, cuando David se esconde en la cueva para que el rey Saúl no lo matase. Y aún así, David pudo tenerlo de frente y poder hacer como quisiera y no lo hizo porque fue obediente a la ESPERA que Dios le hablaba. Si él actuaba bajo su pensar humano, su pensar de hombre, podía echar a perder todo lo que Dios tenía planificado para él.

Aprende que ser una Nueva Criatura en Cristo no se limita en un día que te decides en aceptarlo por primera vez o reconciliarte. Ser esa NUEVA CRIATURA es constante y todas las veces que Dios entienda que sea necesario volver a espesar una nueva etapa en ti, como mujer, como hombre, como ministro, pastor, evangelista, madre, hija, como discípulo y siervo fiel. No importa qué título lleves, hay que reconocer cuando Dios nos llama a ese nuevo comienzo en tu vida, tu corazón y en tu búsqueda de Él.