Maternidad Llena De GraciaMuestra

Dios

Amando a Dios

Leer: 1 Juan 4:20-5:4

EOAO: 1 Juan 5:3

Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no nos pesan.

En el texto

Querida hermana, estamos llamadas a amar a Dios con toda nuestra vida y todo lo que hay en ella. Cuando elegimos vivir una vida de obediencia a Dios, demostramos nuestro amor por Él. La obediencia motivada por el amor es la meta. Amamos porque Jesús nos amó primero (1 Juan 4:19). Podemos transmitir una vida de amor a nuestros hijos, lo que significa estar completamente rendidas a Cristo.

Desde el momento en que nos despertamos hasta el momento en que nuestras cabezas tocan la almohada, nuestras vidas hablan del amor interminable, siempre y para siempre de nuestro Padre Celestial. No nos equivoquemos, estamos llamadas a modelar el amor de Dios y enseñar a nuestros hijos lo que significa amar a Dios. Hacemos esto al elegir obedecerlo.

Cuando elegimos amar y obedecer a Dios en las rutinas diarias de la vida, invitamos Su presencia tanto a lo mundano como a lo monumental. No podemos olvidar que nuestros hijos están mirando. A medida que crecen, aprenden a bailar la misma melodía de amor por su Creador, una melodía que nosotros tarareamos por primera vez.

Este amor a Dios es nuestro legado más verdadero, más precioso que el oro. Es el silencio en la noche cuando los temores se calman y el gozo en la mañana cuando Sus misericordias son nuevas. Nuestro amor por Dios se convierte en el modelo para una vida bien vivida, grabando Sus verdades en los corazones de nuestros hijos.

Al abrazar esto cada día, entretejemos el amor en cada acto de servicio, cada palabra de bondad, cada abrazo. Porque al amar a Dios, reflejamos Su corazón al mundo, especialmente a nuestros hijos, quienes primero aprenden recibiendo nuestro amor.

Oración

Querido Jesús, llena mi corazón de un amor por Ti que desborde, tocando cada parte de mi vida. Que mi amor por Ti sea evidente, enseñando a mis hijos a buscarte, a apreciarte y a amarte con todo el corazón. Amén.

Pregunta

¿Cómo puedes demostrar tu amor por Dios de una manera que deje una huella en tus hijos?