Vuelve a CasaMuestra

Hubo un despegue físico.

Cuando queremos hacer las cosas de acuerdo con nosotros mismo, sin esperar a Dios y a Su tiempo hay no solo un despegue físico sino también espiritual. Recuerda el tiempo de Dios no es como el nuestro, tenemos que espera en Dios porque Él desea lo mejor para cada uno de nosotros. Aun cuando el hijo menor se fue, el padre nunca dejó que pensar en él, no dejo de amarlo, porque la misericordia de Dios mueve Su corazón hacia nosotros.

Pasamos por un proceso cuando el despegue ocurre. Llegó un gran hambre, eso hace la ausencia de la presencia de Dios en nuestras vidas, crea un hambre de Dios. En ese hambre hay momentos de debilidad que crea honestidad y transparencia porque ya no tenemos fuerza, nuestra fuerza viene de Dios. El hijo menor perdió fuerza física, emocional, espiritual, pero a poner nuestra mirada nuevamente a Dios, Él quiere la aflicción de nuestra vida. El hijo mejor tuvo un momento de cambio. En su corazón, el hijo menor quiso regresar a su casa con su padre, a morar todos los días.