Nacer De Nuevo, Crecer ConstanteMuestra

Entregó su vida por amor

¿Qué serías capaz de hacer por alguien a quien amas? Creo que muchas cosas, pero difícilmente seas capaz de dar tu vida, eso fue lo que hizo Jesús, vino, dejó su reino y se humilló hasta lo sumo tomando forma de hombre, estaba consciente de todo el dolor que atravesaría, tanto, que en una ocasión pidió al Padre que si era posible, pasara de Él esa copa, pero terminó la frase diciendo: Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya; como una muestra de sometimiento a la voluntad de su Padre y como la más grande muestra de amor que pueda existir.

Imagínate pagar por un pecado que no cometiste, tú, siendo inocente, recibir los golpes, la humillación y el desprecio de una multitud a la que una vez ayudaste, alimentaste, sanaste, e incluso, libertaste, creo que lo pensarías dos veces, probablemente ni siquiera pasaría por tu mente, hacer algo así por una multitud de malagradecidos que no saben valorar todos los sacrificios y las bondades que hayas podido tener para con ellos.

Sin embargo, Jesús, a pesar de saber todo esto, de igual manera se entregó y derramó su sangre para que tú y yo fuéramos perdonados y pudiéramos tener una esperanza de volver a tener una relación con nuestro Creador, relación que se rompió por causa del pecado.

Jamás olvides ese sacrificio, que sea tu motor para no fallarle a aquel que entregó su vida para darte vida y que venció la muerte para darte salvación; no retrocedas, largo camino te resta, pero en Dios, tienes la victoria asegurada.

Ten presente que la gloria postrera será mayor que la primera y sigue hacia la meta final.