Nacer De Nuevo, Crecer ConstanteMuestra

Una identidad firme

Una de las principales estrategias del enemigo es distorsionar tu identidad en todo el sentido de la palabra, su mayor interés es que no entiendas quién eres en el reino de Dios y lo que Dios ha depositado en ti, porque sabe que si logra hacer esto, entonces no podrás ser útil para el reino, no vivirás como Dios te llamó a vivir y no serás lo que fuiste llamado(a) a ser.

Su deleite es que vivamos una vida de hipocresía, tratando de impresionar a los demás con vidas imperfectas pero disfrazadas de perfección, solo para que los demás no descubran los escombros que pueden haber escondidos detrás de esas cortinas con las que nos hace cubrirlos; para luego, de la manera más vergonzosa posible, dejarlos al descubierto, destruyendo así nuestra dignidad y nuestras vidas.

Eso no es lo que Dios quiere, su propósito es que seas alguien que muestre lo que es realmente, no por simular o con intención de conseguir el respeto y admiración de los demás, sino, que lo que mostremos al mundo, sea lo que realmente somos, sabiendo que no hay nada ni nadie en la tierra que pueda darnos una identidad real, o sin distorsión, solo nuestro Creador.

Dios dijo que eres hijo(a), que fuiste escogido(a) desde antes de estar en el vientre de tu madre para buenas obras, la palabra dice que somos reyes y sacerdotes, linaje escogido, nación santa, pueblo adquirido por Dios para proclamar las maravillas de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9).