Dios Siempre RespondeMuestra

No menosprecies la bendición.

Cuando tenemos el privilegio de ser bendecidos, no medimos el nivel de importancia que esto conlleva. A veces, solo nos detenemos y seguimos sin pensar qué propósitos llevan estas bendiciones a nuestras vidas. Por lo tanto, las perdemos en el camino por migajas que son temporales. Solemos dejarnos seducir con tan poco que empezamos a perder el enfoque y nos olvidamos de las cosas eternas que nos da nuestro Padre.

Si seguimos con la historia de los hijos de Raquel, Esaú, quien era el hijo mayor, le vendió a Jacob algo tan único y preciado como su primogenitura por un plato de comida. ¿Y por qué era tan importante ser hijo primogénito? Pues Dios lo estableció como un privilegio; ya que, existía una bendición especial para el hijo que la recibía, la cual contenía derechos únicos y responsabilidades importantes dentro de la familia. Quizás Esaú tampoco tenía muy claro la importancia de lo que él había recibido y dejó que otro se llevara esa bendición. Si hoy estás disfrutando de tu bendición, por favor recuerda lo mucho que costó para que tu puedas recibirla. Está en ti si haces que se multiplique o se pierda.

Recuerda que una vez oraste y Dios respondió, tienes la misión de cuidar de lo que te ha entregado. Jesús ahora vive en ti; eres su morada y no puedes dejar que nadie venga a destruir lo que Jesús ya ordenó y limpió. De esa misma manera, sigue constante y pon dentro de tus prioridades el construir una relación firme, porque cuando estés decaído, Dios te hará recordar las promesas que ya ha puesto en ti.

Reflexión

Creo que es el momento de preguntarte, ¿qué estás haciendo para apreciar todo lo que Dios te ha dado? ¿Te has desenfocado?, todavía estás a tiempo de seguir firme en tu camino. Esperamos en fe que en estos tres días hayas fortalecido tu fe y confianza en Dios. Para que vuelvas a pedir por ti, por tu familia o por tus amigos. Dios está al tanto de tus problemas, y ya te ha dado la victoria. Recuerda mantener tu confianza en Él y cuidar de sus bendiciones.

Oración

Mi buen Padre Celestial, en estos días he aprendido mucho de ti. Gracias por tu gran amor y por todas las piezas que has juntado para encontrarme contigo. Te pido que me sigas dando sabiduría para seguir cuidando de las bendiciones que ya me has otorgado, y no dejes que mi fe fallezca cuando mis miedos me atormenten. Recuérdame que estás dispuesto a responder siempre a mis oraciones y afirma siempre mi vida en tus caminos. Amén.

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