Sus Promesas Son Para TiMuestra

Fe y paciencia trabajan juntas para recibir las promesas.

Tú tienes fe cuando estás convencido de que Dios es poderoso para hacer lo que ha prometido, cuando sabes que él no puede mentir y por tanto todo lo ha dicho que hará, sucederá y cuando comprendes que el Señor honra sus promesas y juramentos como un compromiso respaldado por su propia integridad.

Esta fe produce confianza y expectativa en nuestros corazones de manera que realmente esperamos que Dios hará en nuestras vidas todo lo que ha hablado.

Abrazamos las promesas, meditamos continuamente en ellas, oramos a Dios a través de ellas y proclamamos con nuestros labios su veracidad y entonces se vuelven nuestras, como si hubieran salido directamente de la boca de Dios para nosotros. Podemos decir que este es el principio que activa las promesas de Dios sobre nuestras vidas.

Ahora, es una realidad que obtenemos las promesas por medio de la fe y, sin embargo, se requiere de otro elemento importante en el proceso: la paciencia. ¿Por qué? Porque la fe cree y se aferra vehementemente a la promesa, pero la paciencia nos capacita para prevalecer hasta su cumplimiento.

Debemos saber que algunas cosas no suceden inmediatamente y que en ocasiones debemos ser pacientes y esperar a que el Señor cumpla lo que nos ha prometido. Es en este proceso donde algunas personas se desaniman, se rinden o desmayan de creer firmemente en las promesas de Dios y abandonan el curso de acción.

Te ayudará saber que Dios es fiel y hará todo lo que ha dicho, pero tú debes ser paciente hasta que eso acontezca. Ser paciente no indica no hacer nada sino más bien perseverar con una buena actitud en la fe y la esperanza para ver cumplida la promesa de Dios.

En este proceso, pasan algunas cosas muy importantes.

1- Dios trabaja en nuestro carácter mientras nos concede lo que nos ha prometido.

2- La fe se perfecciona mediante la espera.

3- Lo que Dios tiene disponible en su reino viene a nosotros en un tiempo determinado.

4- Se desarrolla la perseverancia.

No te rindas, sigue creyendo y perseverando en la fe, lo que esperas de Dios viene de camino. Bendiciones.

Aqui te dejo algunas promesas que seguramente serán de gran ayuda: 23 promesas de Dios para su pueblo.