Quiero Enseñar Mi BibliaMuestra

Enseña literariamente

Una enseñanza bíblica fiel requiere disciplina y compromiso. No podemos usar la Biblia para respaldar nuestras ideas, sino que debemos permitir que la Palabra de Dios hable por sí misma. Jesús citaba continuamente las Escrituras, y nuestras enseñanzas también deben estar arraigadas en ellas
El maestro bíblico debe estar dispuesto a profundizar en el estudio del texto, explorando el contexto y las implicaciones de cada pasaje. Este compromiso asegura que nuestras enseñanzas sean fieles y no distorsionen el mensaje de Dios. Debemos evitar el peligro de interpretar la Biblia según nuestras propias ideas o agendas, y en su lugar, dejar que sea la Palabra quien guíe nuestra enseñanza.

La Biblia tiene el poder de transformar vidas porque es la Palabra viva de Dios. Como maestros, debemos ser fieles a ese poder y asegurarnos de que lo que enseñamos está en sintonía con el propósito de Dios.

Acción práctica: Dedica tiempo esta semana para profundizar en un pasaje bíblico. Estudia su contexto, observa las palabras clave y reflexiona sobre su significado. Pide a Dios que te dé claridad y que puedas enseñar su Palabra con fidelidad.