La Verdadera ProductividadMuestra

LA VERDADERA PRODUCTIVIDAD

Productividad es la palabra que usamos para medir nuestra capacidad de hacer.

Nuestra cultura determina que mientras más haces, más productivo eres, y si menos haces, menos productivo eres. Debido a esto, en la actualidad la productividad es la unidad de medida que se usa para ponerle valor a las personas. Pero a los ojos de Dios, la productividad luce un tanto diferente.

Si eres como yo, es probable que te encante hacer mil cosas. Y a veces tal vez te cuesta decirle que no a las oportunidades que se aparecen, temiendo perderte de ellas y no lograr aprovechar al máximo el tiempo que Dios te ha dado.

Estas puertas que se abren pueden ser una bendición, pero cuando la cantidad de cosas que están servidas en el plato comienzan a ser desbordantes, podemos entrar en un activismo que nos comenzará a abrumar, perjudicandonos lentamente y como consecuente, dañando a aquellos que nos rodean. Con todo esto de seguro estás pensando: “Entonces, ¿cómo me aseguro de hacerlo correctamente?"

Quisiera destacar la verdad de que, ¡Dios nos creó para ser productivos!

Como discípulos de Jesús es lo más natural querer ser fructíferos y alcanzar logros, siempre creciendo y yendo a más. Juan 15:8 dice: “Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos".

Si la productividad es claramente un principio del gobierno de Dios, no es casualidad que tantos cristianos sean atacados por la falta de entendimiento en esta área. El enemigo sabe que si logramos adquirir sabiduría que nos lleve a aprender a caminar en la productividad del reino, estaremos interrumpiendo su agenda y Dios obtendrá la gloria por la manera en que manejamos nuestras vidas.

La cuestión entonces no es si Dios quiere que vivamos en productividad, pues eso es seguro. Pero si es esencial que nos preguntemos: “¿Qué es la productividad ante Él?”. “¿Por qué y para quién son mis logros?”. Creo que la respuesta a estas preguntas se ve simplificada en las palabras de Jesús:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”—respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Nuestro mandamiento principal es el amor. Amarlo a Él, amarnos a nosotros mismos y amar a los demás. Esto ha de ser nuestra guía para comprender como lograr ser productivos y aprender a hacerlo con efectividad, pasión y verdadera motivación.

Oración:

Padre, gracias por el privilegio de una vida unida a ti. Hoy reconozco que necesito de tu gracia y ayuda para llevar una vida que te glorifique, tú conoces mi corazón como nadie más y sabes que sinceramente deseo caminar de esta manera. Así que te pido que comiences a enseñarme y me guíes cerca de ti a practicar un estilo de vida en verdadera productividad.