La Verdadera ProductividadMuestra

¿OCUPADOS O PRODUCTIVOS?

Amo que no exista una fórmula para la productividad, y si bien, tenemos mil herramientas para volvernos efectivos a la hora de realizar nuestras tareas, lo que realmente nos vuelve productivos es nuestra capacidad de reconocer y obedecer su voz en todo momento.

El peligro de no escuchar su voz, es que no sabremos qué hacer. Y cuando no sabemos qué hacer, nos ponemos a hacer TODO. Lo que nos vuelve personas cansadas y ocupadas. Pero jamás productivas. ESCUCHAR su voz, nos permite saber qué hacer y cuándo hacerlo, de la misma manera que nos enseña qué cosas NO hacer.

Cuando Jesús caminó en la tierra, Él caminó fiel a su llamado. Pasó 30 años en el anonimato, aprendiendo el oficio de su Padre y honrando a sus autoridades. Jesús tal vez veía a mucha gente enferma a su lado mientras caminaba por la ciudad, y probablemente quiso sanar y liberar a uno que otro endemoniado. Me imagino que quiso hacer muchas cosas sobrenaturalmente buenas, pero que no eran para ese tiempo.

Hoy, nos llenamos de actividades, que Dios no nos pidió, y nos volvemos gente desenfocada que cuando tiene que hacer aquello para lo que fue llamada, ya se encuentra sin energía ni fuerzas. Nos volvemos gente ocupada, pero para nada productiva. Nos hace sentir bien el hecho de decir que hacemos muchas cosas, pero es necesario dar un giro, y estar dispuestos a escuchar una vez más su voz.

Una clave para saber si estamos siguiendo su voz en nuestras actividades diarias viene al responder la pregunta: ¿Me siento constantemente cansado?

Si el cansancio es constante en tu vida, probablemente te estés perdiendo del obrar bajo el ritmo de su gracia. Dios anhela ser ese pastor que nos guía y ayuda mientras caminamos en cercanía a Él y nos está extendiendo una invitación para aprender un estilo de vida dependiente a su voz, en el que encontramos descanso mientras logramos ser verdaderamente productivos, eficientes y fructíferos porque vivimos en comunión con Él y nuestros planes se alinean a la agenda del cielo.

¡VAMOS A LA PRÁCTICA!

¿Quieres volverte una persona verdaderamente productiva? Mi desafío para ti el día de hoy es que te tomes un tiempo para hacerte estas preguntas:

Dios, ¿qué tengo que hacer en esta temporada de mi vida? ¿Qué cosas tengo que dejar ir? Padre, ¿cuáles son los extras que me roban mi productividad? ¿Debo estudiar esta carrera o este instrumento? ¿Tengo que decirle que sí a esta puerta abierta?

Es importante que al hablar de productividad hoy te puedas ir con estas verdades:

• No eres lo que haces o la cantidad de cosas que produces.
• No llenes tu vida de extras, deja que el Espíritu te guíe a enfocarte en lo más importante.
• Sé fiel en lo que Dios te ha pedido ser fiel, así comenzarás a conocer la plenitud que viene del caminar en Su voluntad.

La clave siempre estará en conocer su voz, confiar en su dirección y hacer solo “lo que ves al Padre hacer”, esta es la verdadera productividad.

Oración:

Dios, gracias por ser quién provee verdadero descanso a mi alma, gracias por el regalo de poder encontrar en tu persona toda la sabiduría y dirección que necesito. Hoy oro porque me vuelvas más sensible a tu voz, que mi corazón pueda estar atento a tus susurros. Enséñame a discernir los tiempos correctos y a depender de tus perfectas estrategias en cada área de mi vida. Jamás quiero ir a donde tú no estés yendo, y hoy acepto tu invitación a caminar en confianza.