Dios es tu ayuda

«Dios es nuestro amparo y nuestra fuerza, nuestra pronta ayuda en tiempos de tribulación. Por eso no temeremos, aunque el mundo se desintegre y los montes se derrumben y caigan al mar» (Salmo 46:1-2 NBV).

Miedo, ansiedad, pánico, estos pueden surgir de la nada. ¿Lo has experimentado? O tal vez, es algo que, ¿estás experimentando ahora?

El corazón te late con fuerzas y te sudan las manos. La preocupación y el miedo amenazan con ahogar tu vida.

No está solo. Las estadísticas muestran que la ansiedad va aumentando, tal vez sea una secuela de la pandemia, o quizás el resultado del encaprichamiento de nuestra sociedad con las redes sociales.

Esto puede afectar tu rendimiento laboral, tus amistades y tus relaciones e incluso tu salud, mental y física.

Pero hoy tengo buenas noticias para ti, puedes obtener ayuda. Es posible conseguir el rescate y ser libre; no tienes que vivir es esta zozobra.

Dios ofrece paz en medio de la tormenta, en medio de tu tormenta. Aunque no puedas identificar el origen de la ansiedad, Dios sí puede. Él puede intervenir, y puede disipar todo temor, duda y angustia.

Tu ayuda comienza confiando en Él y en su Palabra, poniendo tu vida en sus manos. Simplemente declara: «Confío en ti, Dios».

¿Puedes creer que Dios es tu ayuda? ¿Puedes creer que Él es la respuesta al pánico y la ansiedad que dominan tu vida?

Vencer la ansiedad y caminar en la paz de Dios comienza con una sencilla oración de confianza.

Si estás listo, di esta oración en voz alta conmigo:

Dios, confío en ti, creo que eres mi refugio y mi fuerza. Tú eres mi ayuda siempre presente en medio de los problemas. No importa lo que pase a mi alrededor, no importa lo que pase dentro de mí, tú eres mi ayuda. En el nombre de Jesús, amén.

No tienes por qué vivir con ansiedad. Mañana veremos más formas de resistir y vencer a este enemigo de tu alma.