Dios te guardará

«Él cuidará en perfecta paz a todos los que confían en él y cuyos pensamientos buscan a menudo al Señor. Confíen siempre en el Señor Dios, porque en el Señor hay fortaleza eterna» (Isaías 26:3-4).

¿Sigues confiando en Dios? En Él puedes afrontar con confianza esta batalla por la paz de Dios. Sigue confiando, mantén tu vida entregada al Señorío de Jesucristo, y resiste la obra del enemigo. Verás como la ansiedad y el miedo se retiran de tu vida.

A medida que avanzas en estos pasos espirituales en tu vida, también es importante que prestes atención a tu entorno y a tus hábitos diarios – espiritual, emocional y físicamente. Tómate unos minutos y piensa: ¿cómo empiezas cada día?

La palabra de Dios promete que, si pones tu mente en Él, tendrás paz. Dios te mantendrá en un lugar de paz perfecta y constante, libre de ansiedad, temor o preocupación.

¿Comienzas el día buscando la presencia de Dios y leyendo su Palabra? ¿A dónde va tu mente durante el día? ¿Qué tipo de música escuchas, con qué tipo de gente te juntas? ¿Con qué frecuencia navegas por Instagram?

Si adaptas tu forma de empezar el día centrándote en Dios y en las cosas buenas de su Palabra, puedes marcar la pauta para el resto de tu día. La paz de Dios prevalecerá.

Llevarás la ventaja para mantener esa paz a lo largo del día; y, si el nerviosismo o el pánico empiezan a apoderarse de ti, ¡la Biblia te ofrece una solución clara! Lee esto:

«No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias. Y la paz de Dios, esa paz que nadie puede comprender, cuidará sus corazones y pensamientos en Cristo» (Filipenses 4:6-7 NBV).

Si sientes que la paz de Dios se te escapa, actúa. No dejes que el pánico te invada, ora. Conversa con Dios, pídele ayuda y dale gracias por mediar a tu favor.

Entonces, ¡espera la paz! Su paz vendrá como un escudo, guardando tu corazón y tu mente.

He aquí una sencilla oración que puedes declarar:

Dios, en este momento me siento ansioso, pero elijo enfocarme en ti. Te pido que me muestres los cambios que puedo hacer en mi vida diaria y que me ayudarán a caminar en tu perfecta paz. Recibo tu paz ahora y esa paz guarda mi corazón y mi mente. Confío en ti, Dios, y te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

Dios cuida cada detalle de tu vida, tú puedes elegir cómo empezar tu día, y si pones tu mente en Dios, oras cuando te amenaza la ansiedad y le das gracias por su bondad, su paz se convertirá en un escudo para ti.