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Más que cuatro paredes

Los espacios que habitamos tienen un impacto en cómo nos conectamos con Dios y con los demás. La iglesia no es solo un edificio; es un lugar donde las personas deben sentirse bienvenidas, cómodas y conectadas.

Dios guiaba al pueblo de Israel con una nube y una columna de fuego, y aunque sus campamentos eran temporales, siempre se esforzaban por hacerlos lo mejor posible. De la misma manera, debemos esforzarnos por crear espacios, tanto físicos como virtuales, que fomenten la conexión con Dios y entre las personas. No importa si el lugar es temporal o alquilado; lo importante es que sea acogedor y que facilite la conexión con Dios.

Aplicación práctica:
Evalúa los espacios en tu iglesia, tanto físicos como virtuales. Haz lo posible para que sean lugares acogedores y que inviten a la gente a conectarse con Dios.