Cumpliendo La Gran ComisiónMuestra

Acción - Oración y dependencia del Espíritu

El cumplimiento de la misión de Dios requiere la guía y el poder del Espíritu Santo. En Hechos 1:8, Jesús promete que sus discípulos recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ellos, y ese poder es necesario para ser testigos eficaces del Evangelio. La misión de la Iglesia no puede llevarse a cabo solo con nuestros propios recursos; necesitamos depender constantemente del Espíritu Santo.

Orar y buscar la llenura del Espíritu es esencial para la misión. El Espíritu Santo nos guía, nos fortalece y nos capacita para hacer lo que Dios nos ha llamado a hacer. A medida que oramos, nos alineamos con el propósito de Dios y recibimos la sabiduría y el discernimiento necesarios para llevar el Evangelio a todas partes.

Reflexión Práctica:

• ¿Cómo puedes cultivar una mayor dependencia del Espíritu Santo en tu vida?
• ¿De qué manera puedes integrar más oración en tu misión diaria?

Acción:

• Dedica tiempo hoy para orar, pidiendo al Espíritu Santo que te llene y te guíe en todas tus actividades para cumplir la gran comisión.

Viviendo la Misión más allá de los 7 días

Al concluir estos siete días de devocionales, hemos recorrido un camino de entendimiento y práctica que nos invita a vivir de manera integral la Gran Comisión. Hemos reflexionado sobre la esencia de la misión de la Iglesia, comprendiendo que ser misional es vivir como el cuerpo enviado de Cristo, cuya existencia está orientada a reflejar y expandir el reino de Dios en el mundo. A través de la proclamación del Evangelio, la presencia activa del reino en nuestras vidas y el testimonio del Espíritu Santo, hemos explorado cómo nuestra fe puede y debe influir en cada aspecto de nuestra existencia cotidiana.

Lecciones Clave:

1. Identidad Misional: La Iglesia no es una institución aislada, sino una comunidad enviada con un propósito divino. Nuestra identidad está intrínsecamente ligada a nuestra misión de llevar las buenas nuevas a todas las naciones.
2. El Evangelio en la Historia: El Evangelio no solo es un mensaje para el presente, sino una fuerza que ha moldeado y continúa moldeando la historia humana. Al participar en esta misión, nos alineamos con el gran propósito de Dios para la creación.
3. Acción y Fe: La fe verdadera se manifiesta en acciones concretas. Compartir el Evangelio, servir a los demás y depender del Espíritu Santo son expresiones tangibles de nuestra fe que impactan de manera significativa a quienes nos rodean.
4. Dependencia del Espíritu: La misión de Dios no se cumple por nuestras propias fuerzas, sino a través del poder del Espíritu Santo. Nuestra dependencia diaria en Él es fundamental para ser testigos efectivos y fieles.

Aunque este devocional abarca una semana, la misión de Dios es una jornada continua. Te invitamos a llevar adelante lo aprendido, integrando estas reflexiones y acciones en tu vida diaria. Considera establecer hábitos de evangelismo, servicio y oración que perpetúen este compromiso más allá de estos días. Involúcrate en tu comunidad, apoya a tu iglesia local y busca constantemente maneras de vivir el reino de Dios en todos los aspectos de tu vida.

Oración Final:

Padre Celestial, te agradecemos por guiarnos durante esta semana de devoción. Gracias por revelarnos el corazón de tu misión y por capacitarnos para cumplir con la Gran Comisión. Ayúdanos a mantener viva esta pasión por tu reino, a actuar con amor y justicia, y a depender siempre de tu Espíritu para ser testigos fieles. Que nuestras vidas reflejen tu gloria y que a través de nosotros, muchos más lleguen a conocerte y seguirte. En el nombre de Jesús, amén.

Desafío Continuo:

• Mantén un Diario de Misión: Anota diariamente cómo estás cumpliendo con la Gran Comisión en tu vida personal y comunitaria.
• Forma un Grupo de Apoyo: Conéctate con otros creyentes que compartan el mismo compromiso y apoyarse mutuamente en la misión.
• Capacítate Continuamente: Participa en cursos, talleres y estudios bíblicos que fortalezcan tu entendimiento y habilidades para la evangelización y el servicio.

Que este devocional haya sembrado semillas de compromiso y pasión por la misión de Dios en tu corazón. Que cada día te acerques más a ser el instrumento que Dios ha llamado a ser, cumpliendo fielmente la Gran Comisión y extendiendo el reino de Dios en cada rincón de tu vida y entorno.