Listos para el retorno de Jesús: Las parábolas en Mateo 24–25Muestra

En esta serie vamos a leer cuatro parábolas que tienen un enfoque claro en el juicio y las cosas finales. Aparecen juntas en una sección que tiene que ver con “el fin del tiempo” (Mateo 24:3). El contexto inmediato es una mini-parábola que, en forma sorprendente, compara el retorno de Jesús a la tierra con un ladrón que entra violentamente en una casa ajena (Mateo 24:42­–44). ¿De qué manera Jesús es como un ladrón? La lección es esta: Puesto que los ladrones entran en la casa sin aviso previo, tenemos que vigilar y estar preparados en todo momento mientras esperamos su venida. La parábola del siervo fiel y el infiel funciona como una introducción a las que siguen, y en estos días verás cómo se desarrollan sus temas en las parábolas posteriores.

La parábola compara a dos siervos domésticos—o dos actitudes que un esclavo podría adoptar—uno que es fiel y sabio (24:45) y otro que es malo (24:48). El amo—quien probablemente representa a Jesús (24:42–44)—honra al siervo, entregándole con confianza el cuidado de su casa y sus otros siervos (v. 45). El siervo diligente se declara “bendito” y recibe el galardón de una responsabilidad mayor (24:46–47). En contraste, el esclavo malo se aprovecha de la oportunidad de explotar a los que se llaman explícitamente sus “consiervos” (v. 49). Son sus compañeros e iguales, pero él los trata como subordinados, avergonzándolos y explotándolos, en la expectativa de que el amo tarde en venir a pedir cuentas. Sin embargo, tal como el ladrón en la noche, el amo regresa antes de lo que se esperaba, y su reacción es sorprendentemente feroz (v. 51). Aunque la hipocresía tal vez parezca una etiqueta rara para su crimen (v. 51), en el capítulo previo, Jesús repetidamente criticaba a los escribas y fariseos, llamándolos “hipócritas” (23:1–36), así que la palabra aquí se asocia con personas malvadas que desvíen o perjudiquen a otros.

¿Cuál es la lección para nosotros? Jesús podría regresar en cualquier momento. Somos llamados a vivir de una manera particular a la luz de esta verdad. No sabemos cuándo volverá, por eso tenemos que estar siempre preparados; esto requiere perseverancia. ¡No lo dejes para mañana! Estar vigilante no tiene que ver solamente con creer las cosas correctas sino también con ser fieles en lo que Dios nos ha puesto a hacer. La manera por la cual ejercemos mayordomía sobre lo que y los que él nos ha dado es importante. Habrá consecuencias muy graves para los que explotan y abusan a otros, y habrá grandes galardones y privilegios para los siervos que son sabios y fieles. ¿Qué podría significar esto para ti y para tu iglesia? ¡Sé práctico! ¿Qué cambios tienes que hacer o tienen que hacer?