Lectura Con El Pueblo De Dios - 7 CompromisoMuestra

Desafío de memorización:

6 Sé fuerte y valiente porque tú harás que este pueblo herede la tierra que prometí a sus antepasados. 7 »Solo te pido que seas fuerte y muy valiente para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito (JOSUÉ 1:6-8 NVI)

Lectura introductoria: enseñanza...

¡Nuestra esperanza y fe están EN Dios! Hay muchas razones para describir a Dios como maravilloso, razones para alabarlo con alabanzas ilimitadas. No solo cuando tenemos ganas o cuando obtenemos lo que creemos que se nos debe o merecemos. ¡Nuestro gran Dios nos invita a su morada divina! ¡A su amor infinito! Ven, mira, prueba y habla de la bondad de Dios; habla de su cuidado y compasión a todos.

Nuestro Dios nunca nos abandonará; nos guiará a través de todos los tiempos hacia la gloria de su eternidad. ¿Crees esto solo con tus palabras? ¿O esta verdad está escrita en lo profundo de las paredes de tu corazón? ¿Te cuesta saberlo? Pídele a Dios que escudriñe tu corazón y elimine todo lo que obstaculice tu conexión con Él... Y que lo digas en serio. Pídele a Dios que te dé la sabiduría para saber cuándo te está convenciendo de que debes dejar ir algo que nunca quiso que tuvieras o algo que ha cumplido su propósito de acuerdo con su voluntad para ti. Él pelea nuestras batallas. Él ordena nuestros pasos. Él quiere tu confianza y tu devoción. Él quiere tu obediencia.

Estamos en los últimos días y, en la infinita bondad de Dios, Él nos ha dado advertencias muy específicas sobre lo que presenciaremos y experimentaremos como Sus hijos. ¿Tal vez crees que puedes evitar pruebas, angustias y/o persecución al vivir un estilo de vida de “buen cristiano” inspirado en una lista de verificación?

Estas preguntas no tienen como objetivo avergonzarte, condenarte, derrotarte ni detenerte. Tienen como objetivo alentarte y recordarte que nunca “llegaremos” (no hay momentos de “Ahh, finalmente lo logré”) a este lado del cielo. La vida cristiana no se trata de dejarse llevar por buenos sentimientos hasta la línea de meta. Siempre habrá algo que recibir de las Escrituras para enseñarte, corregirte, entrenarte y equiparte para las tareas que Dios ha diseñado específicamente para ti. Cuando oramos de verdad: “Señor, quiero lo que Tú quieres para mí, incluso si eso significa dejar ir algo sin lo cual creo que no puedo vivir”, lo invitamos a ocupar el lugar que le corresponde en nuestras vidas… el asiento del conductor. Nos posicionamos para ser enseñables, para ser humildes ante el Señor.

Ardena Hamill, Celebrate Recovery, Encourager