Lectura Con El Pueblo De Dios - 7 CompromisoMuestra

Desafío de memorización:

6 Sé fuerte y valiente porque tú harás que este pueblo herede la tierra que prometí a sus antepasados. 7 »Solo te pido que seas fuerte y muy valiente para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas» (JOSUÉ 1:6-9 NVI).

Lectura introductoria: Alabadle, alabadle!

¿Alguna vez has tenido momentos en los que te has sentido pisoteado u oprimido, días en los que a dondequiera que te dirijas, hay una pelea? ¿Alguna vez has malinterpretado tus palabras o han examinado cada uno de tus movimientos? O tal vez tienes miedo y estás asustado. Cuando era joven, tenía miedo de la oscuridad. No podía entrar solo en una habitación oscura o en un pasillo oscuro. Alguien tenía que estar conmigo, o todas las luces tenían que estar encendidas. Suena tonto, mi padre también lo pensaba. Ya sean reales o irracionales, las sentimos, pero no tenemos que temerles.

Estas palabras del Salmo 56 nunca pasan de moda, nunca podemos superarlas. Yo cantaba estas palabras y me ayudaban a superar mi miedo a la oscuridad. Cuando tenga miedo, confiaré en Ti. Una meditación más profunda sobre el Salmo hace surgir la relación. Para confiar en Dios, debemos conocerlo. Al leer la Biblia y meditar en las palabras, el Espíritu Santo construye y expande nuestra comprensión de Dios. Nuestro Dios es relacional y quiere que lo conozcamos. Quiere que corramos hacia Él cuando sentimos que el mundo se nos viene encima o cuando nuestros miedos nos dominan. Depositemos toda nuestra ansiedad sobre Él porque Él se preocupa por nosotros. 1 Pedro 5:7 Él es nuestro lugar seguro y podemos llevarle todo lo que estemos atravesando. El versículo 4 continúa diciendo:

En Dios, cuya palabra alabo,

En Dios he puesto mi confianza.

En Dios es en Quien confiamos y A Quien alabamos.

Alabar a Dios hace toda la diferencia. ¡Alabado sea, alábenlo! Por todo lo que Dios es y todo lo que ha hecho, adórenlo y alábenlo.

Laurie Harry, artista