Lectura Con El Pueblo De Dios - 7 CompromisoMuestra

Desafío de memorización:

6 Sé fuerte y valiente porque tú harás que este pueblo herede la tierra que prometí a sus antepasados. 7 »Solo te pido que seas fuerte y muy valiente para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas» (JOSUÉ 1:6-9 NVI).

Lectura introductoria: Tus batallas y tu provisión pertenecen a Dios

Esforzarse por el yo es agotador e infructuoso. Infructuoso en el sentido de que lo que se nos ocurre con nuestro propio esfuerzo es insípido e insignificante. Cuando nos apartamos de la voluntad de Dios para nosotros y nos convertimos en nuestros propios campeones, creando un dios con nuestras propias manos, abandonamos la riqueza de nuestro único y VERDADERO Dios. La integridad de la protección y provisión de Dios es lo que perdemos cuando nos apoyamos en nuestro propio entendimiento. En medio de las dificultades, las pruebas y la persecución, no debes pensar que algo extraño o raro te está sucediendo. En cambio, pregúntale a Dios qué es lo que debes aprender al SOPORTAR este valle CON Él.

Aprender a esperar en el Señor es aprender cómo Él define la espera.

Cuando tomamos el yugo del Señor, Él hace el trabajo pesado. Nos permite ser testigos de Su gloria mientras actúa en nuestro nombre. Su Palabra nunca regresa vacía, sino que siempre sucederá en Su tiempo perfecto. ¿Cuántas veces te has apartado de Su favor al querer la provisión que Él ha hablado a tu corazón ahora en lugar de más tarde? Yo mismo he perdido la cuenta de cuántas veces he fallado en Su objetivo en la búsqueda interminable de aprender este ritmo. ¡Gracias a Dios por Su gracia sin fin!

Una bendición apresurada es agria como la de la fruta sin madurar.

Así como apresurar una bendición arruinará la armonía y la paz de esperar en el Señor, codiciar y envidiar la bendición de otro a través de un corazón celoso otorga acceso al enemigo. Con nuestros ojos fijos en nuestras propias circunstancias y las bendiciones que creemos que merecemos, terminamos tomando decisiones imprudentes y orgullosas. Es tan fácil ser engañado de esta manera... pregúntame cómo lo sé. Gracias a Dios por Su gracia súper abundante y Su búsqueda incansable de nuestros corazones. ¡La sabiduría de Dios es de lo alto! Es pura, pacífica, amable, razonable, llena de misericordia y buenos frutos, inquebrantable, sin hipocresía. Si no es esas cosas, no es Dios; Si no es Dios, ¡debemos declarar que no lo queremos!

Ardena Hamill, Celebrate Recovery, encourager