Lectura Con El Pueblo De Dios - 7 CompromisoMuestra

Desafío de memorización:

6 Sé fuerte y valiente porque tú harás que este pueblo herede la tierra que prometí a sus antepasados. 7 »Solo te pido que seas fuerte y muy valiente para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas (JOSUÉ 1:6-7 NVI).

Lectura introductoria:

¿En quién confías? ¡Gran pregunta! Al explorar el Salmo 40, la siguiente escritura nos da algo en qué pensar:

Dichoso quien pone su confianza en el Señor y no recurre a los soberbios ni a los que se pierden tras la mentira.

Al desglosar esto un poco, se nos anima a alejarnos de las personas en nuestras vidas que aprecian la aprobación del hombre y a no distraernos con ídolos (como el materialismo, la indulgencia sexual, etc.). Y cuando dejamos de lado esta forma de vida, encontramos la bendición de la verdadera felicidad y alegría que existe sólo a través de la fe en Dios.

Una mujer maravillosa que ejemplifica esto es Rahab. Ella sabía de las victorias del pueblo judío, y esto la llevó a creer que su Dios era el único Dios verdadero, como se evidencia en Josué 2:9. Lo más notable es que sus acciones en este capítulo fueron una obra de fe. Ella confió en Dios, y esta gran fe agrada a Dios.

Mientras todos seguimos tropezando juntos en nuestro caminar espiritual, debemos valorar mucho la oración comunitaria como un cuerpo de creyentes. 1 Timoteo 2 nos recuerda que la oración no es solo un privilegio otorgado a nosotros por nuestro Padre Celestial sino también una obligación. Estamos llamados a orar unos por otros, por aquellos que aún no han escuchado el mensaje de salvación, y a dar alabanza en todas las circunstancias. E.M. Bounds lo dice mejor:

“Lo que la iglesia necesita hoy no es más o mejor maquinaria, ni nuevas organizaciones o métodos novedosos. La Iglesia necesita personas a las que el Espíritu Santo pueda usar: personas de oración, personas poderosas en la oración”.

Esto es lo que nos llevará a una fe verdadera, real y duradera que nos ayudará a hacer del Señor nuestra máxima confianza.

Liz Williams, gozosamente consagrada a Dios.