Nuestro propósito: PESCARMuestra

Nuestro propósito es adorar a Dios.

Salmo 95:6

Para empezar el devocional de hoy quiero compartir contigo un dato que estuve investigando y me sorprendió bastante:

¿Sabías que la palabra “adoración” no se encuentra en la Biblia? Por lo menos en la versión Reina-Valera de 1960 ¿Sorprendente verdad? ¿Sabías esto? Sin embargo, sí aparece la palabra “adorar”, por lo menos unas 150 veces y detrás de esos textos hay seis palabras hebreas, arameas, y griegas que la dan a entender. La idea principal que encierra la palabra “adoración” es la de postrarse en total reverencia. Cuando hablamos de la verdadera adoración sabemos que esta consiste en postrarse ante Dios no solo físicamente, sino también en el corazón. La adoración es responder a todo lo que Dios es con todo lo que nosotros somos y responder a su Ser con todo nuestro ser. A través de la Palabra vamos a responder 2 preguntas:

¿Por qué debemos adorar a Dios?

1.- Adoramos a Dios porque es un mandato.

Deuteronomio 6:13 “Por lo tanto, adoren a Dios y obedézcanlo sólo a él.”

A lo largo de la Palabra encontramos varios mandatos que Dios como Creador nos ha dado a nosotros como su creación. Dentro de los mandatos que se nos dan este es uno de los que se destacan por encima de los otros y lo peculiar de un mandato es que tenemos que obedecerlo. Toda la creación sin excepción ha recibido este mandato de adorar a Dios, pero los humanos a diferencia del resto de la creación tenemos libre albedrio y aun cuando es una orden el Señor nos da la oportunidad y la libertad de obedecerlo. Incluso estas mismas palabras de este versículo son repetidas por Jesús al momento de estar enfrentando la tentación y llama la atención que este mandato también es obedecido por el diablo pues él es creación de Dios.

2.- Adoramos a Dios porque así respondemos a lo que hace.

Salmo 139:14 “¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!”

También somos llamados a adorar a Dios como agradecimiento a todo lo que Él nos ha dado. Siendo honestos el Señor nos ha dado muchísimo más de lo que merecemos, su amor, su cuidado y sus bendiciones. Por eso es que nosotros debemos adorarlo a Él y no solamente el día domingo sino todos los días porque Dios nos bendice a diario. Si quieres saber cómo le puedes mostrar a Dios tu gratitud es a través de la alabanza y la adoración. En este versículo el salmista es claro al decir que adora a Dios por el simple hecho de haberlo creado y reconoce que como respuesta debe adorarle, pero añade que su adoración al Señor es también por las obras maravillosas que ha hecho. Nosotros somos llamados a responderle a nuestro Padre por aquellos milagros que Él constantemente hace a nuestro favor.

3.- Adoramos a Dios porque ese es nuestro propósito.

Isaías 43:7 “Yo los he creado para que me adoren y me canten alabanzas.”

Salmos 150:6 “Todo lo que respira alabe a Jehová”

Más claro ni el agua, en estos versículos y en otros más que aparecen en la Biblia encontramos que el propósito principal de nuestra creación es adorar a Dios. Si bien es cierto que de manera personal cada uno de nosotros tiene un propósito específico dado por el Señor, todos tenemos un propósito que compartimos y este tiene que ver con adorar a Dios. La Biblia es directa y nos hace ver que nuestra creación tiene un objetivo que debe cumplirse. El salmista es más amplio al hacernos saber este mandato y nos dice: si respiras tienes que alabar a Dios. Hoy en día hay muchas personas que no están siendo obedientes a este mandato y objetivo para el que fueron creados. Cada uno de nosotros debemos adorar a Dios porque esa es la razón de nuestra existencia aquí en la tierra.

¿Cómo debe ser nuestra adoración?

1.- Nuestra Adoración a Dios debe ser verdadera.

Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

Este es un texto conocido por la gran mayoría, pero me atrevo a decir que no lo practicamos. La adoración al Señor tiene que estar basada en la verdad de las Escrituras, no en nuestras opiniones ni costumbres. Lo que hacemos debe contar con un sustento bíblico, no debemos hacer acciones solamente porque en otro lado se hacen sino que debemos filtrar todo por la verdad que viene en la Palabra. Una adoración veraz es aquella que es guiada por el Espíritu Santo, pues no hay ningún otro que nos pueda dirigir para adorar a Dios como Él lo espera.

2.- Nuestra Adoración a Dios debe ser autentica.

Apocalipsis 4:11 «Señor y Dios nuestro; tú mereces que te alaben, que te llamen maravilloso, y que admiren tu poder. »Porque tú creaste todo lo que existe; gracias a ti, todo fue creado.»

Dios ve más allá́ de nuestras palabras, Él ve la actitud de nuestro corazón; por eso es que nuestra adoración debe estar acorde a lo que realmente sentimos pues al Señor no lo podemos engañar. Hay personas que solo hacen lo que otros les dicen pero sin sentirlo. O está el otro extremo en el que no hacemos lo que sentimos y que está en la Biblia por miedo a que tal persona nos vaya a decir algo. Si me permites darte un consejo, cuando adores a Dios concentrate solamente en Él, que tu adoración salga del corazón y que no esté condicionada por las demás personas. Cada uno de nosotros tenemos la libertad de adorar a Dios y debemos aprovecharla adorando al Señor de manera autentica. No tenemos necesidad de fingir pero tampoco de reprimir la adoración que solamente nuestro Dios se merece.

3.- Nuestra Adoración a Dios debe ser consciente.

1 Corintios 14:15 “¿Qué debo hacer entonces? Pues orar y cantar con mi espíritu, pero también orar y cantar con mi entendimiento.”

A Dios no le complace que cantemos cantos sin pensar, que oremos mecánicamente, que leamos su Palabra sin practicarla o que digamos frases sin entender lo que decimos. El Señor quiere que hagamos todo con entendimiento. Nuestra adoración debe ser consciente pero también consistente, que no solo sean emociones que expresamos el día domingo sino que sea algo que de igual forma mostramos y vivimos a lo largo de la semana. Si me permites esta palabra no seamos hipócritas, seamos congruentes y demostremos en serio ese deseo de adorar a Dios entendiendo lo que hacemos, porque lo hacemos, pero sobre todo para quien lo hacemos.

4. Nuestra Adoración a Dios debe ser práctica.

Salmo 103:1 “Que todo lo que soy alabe al Señor”

Dios quiere que nos ofrezcamos como ofrenda de adoración a Él totalmente y sin reservas. Todo nuestro ser entero debe estar involucrado en cumplir este mandato, por eso es que nuestro propósito es Adorar a Dios con nuestro ser entero, que todo lo que somos alabe al Señor pues solo Él se merece nuestra adoración. La adoración genuina y práctica si tiene un costo, no me mal entiendas no hablo en cuestión de dinero, pero el precio que tenemos que pagar para adorar de manera práctica al Señor es quitar todo egocentrismo que hay en nosotros. El salmista lo entendió a la perfección y fue por eso que pudo escribir este verso, pero también vivir su vida con este fundamento bien firme, que todo lo que soy alabe al Señor.

ORACIÓN: Señor ayúdame a enteder que te debo adorar siempre, no importa cómo me sienta, no importa dónde me encuentre, no importa con quien este. Dios no permitas que me olvide que todas las situaciones las usas para mostrarme que estás más cerca de mí. Padre que mi vida sea una vida que te alabe y adore, con todo lo que soy y con todo lo que tengo por tu bondad quiero usarlo para adorarte hoy y siempre. En el nombre de Jesús, Amén.