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Creer Y Esperar Para Disfrutar Su PazMuestra

Creer Y Esperar Para Disfrutar Su Paz

DÍA 2 DE 3

Recordemos el Salmo 23 que dice: El Señor es mi pastor, nada me falta. Y en inglés es lindo, porque dice: “I do not want”, no quiero nada más si tengo a Jesús mi Buen Pastor. ¿Por qué? Porque él es el que suple todo. Y dice Pablo en 2 Corintios 4:13 “Pero teniendo el mismo espíritu de fe según lo que está escrito, creí por lo tanto hablé. Y nosotros también creemos, por lo cual también hablamos". O sea, si tú crees en la Palabra, si tú crees en el mensaje del Evangelio puedes hablar. Si tú estás convencido de lo que Cristo es y de lo que Cristo hizo y lo que Él puede hacer, entonces tú crees y hablas conforme a lo que crees, no te quedas callado. La fe en Cristo, entonces, es la que nos permite obtener sus bendiciones, el don de Dios. ¿Cuál es el don de Dios? El don de Dios es el regalo de su presencia. El don de Dios es el Espíritu de Dios. Y el Espíritu de Dios incluye los carismas de Dios, los dones de Dios.

Mi fe en su palabra es la que me permite experimentar su Paz. Si yo no tengo confianza, si yo no confío en sus promesas y no confío en su palabra, si no tengo mi identidad verdaderamente afianzada, mi temor, mi estrés y mi angustia le van a ganar a lo que su palabra dice. Y lo que se espera es que sea todo lo contrario, que mi temor, ni angustia, mi depresión se vayan a los niveles ínfimos, mínimos para que su paz sea la que sobreabunde, porque hemos creído y hemos esperado.

Cuando vemos que las cosas no pasan como le pasó a Abraham, nosotros también tendemos a desesperarnos. Muchos de nosotros tenemos un deseo, hemos estado mostrándoselo al Señor desde hace meses o años, y estamos esperando que algo ocurra y el Señor nos invita a seguir perseverando en creer. Pero tenemos la fe que el Señor ha puesto su mano en ese proceso. El Señor ha puesto su mano en ese proyecto que quiero llevar a cabo. Esa es la fe que Cristo quiere que tengamos y esa fe nos da paz. Voy a tener la paz de Dios al continuar esperando en su promesa, al continuar esperando lo que yo he estado orando.

La paz no es la ausencia de guerra; es esa paz que anhela mi corazón, esa tranquilidad y ese descanso que viene por mi relación con Dios. Dios es el que pone esa paz en mí por medio de su Espíritu. En Gálatas 5:16-18 leemos: “Digo, pues anden por el espíritu y no cumplirán el deseo de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el espíritu y el del espíritu es contra la carne, se oponen el uno al otro. De manera que ustedes no pueden hacer lo que desean. Pero si son guiados por el espíritu, no están bajo la ley".

Si yo tengo contacto con Dios, si yo permito que Dios se involucre en mis pensamientos, si yo permito que Dios tome control de mis pensamientos, de mi voluntad, todo eso ayudará a que ese fruto se manifieste en mí. Acuérdate que si estás en Cristo eres uno con Cristo. Hemos sido unidos con él, luego estamos listos para que su fruto empiece a crecer. El Señor dice en el Evangelio que algunos dan fruto al 30%, otros al 60% y otros al 100%. No todos dan el mismo fruto, pero todos estamos experimentando el fruto, o sea, todos estamos expresando ese fruto, todos damos fruto porque somos creyentes y tenemos el Espíritu Santo, o sea que tiene que haber fruto.

Las obras se manifiestan. Es ahí cuando tu fe se expresa, cuando la gente, tu familia, si aún no conoce a Cristo, van a ver algún cambio o viceversa. Si yo recibí al Señor y mi esposa todavía no ha tenido ese encuentro, tiene que empezar a ver el fruto de lo que pasa en mi vida. Mis hijos van a ver el fruto, los compañeros van a ver el fruto. Luego la idea, es creer para experimentar esa paz, su paz en mi interior, en mi mente, en mi alma. Es entonces mi fe en Cristo que hace que ese Espíritu venga a mí, se quede conmigo y me inunde de Él.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Creer Y Esperar Para Disfrutar Su Paz

Las bendiciones del Señor son como la lluvia que cae. La lluvia temprana y la lluvia tardía. Los israelitas dependían de las lluvias, dependían del buen tiempo para sus cosechas. Cuando el Señor habla de bendiciones, están relacionadas con esa bendición de la tierra y el agua de las lluvias tempranas y las lluvias tardías. Las tempranas, las lluvias de otoño y las tardías, las lluvias de primavera.

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Nos gustaría agradecer a TopCristianos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://topcristianos.com/