Perspectiva De La NavidadMuestra

El cántico de Zacarías

Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos envió un poderoso Salvador en la casa de David su siervo (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas), para liberarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen; para mostrar misericordia a nuestros antepasados al acordarse de su santo pacto. Así lo juró a Abraham nuestro padre: Nos concedió que fuéramos libres del temor al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en su presencia todos nuestros días. Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el camino. Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus pecados, gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios. Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte,para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».

Tras el largo silencio de Zacarías, se le soltó la lengua y pudo hablar. Imagina la libertad de decir lo que piensas sin vacilaciones ni restricciones. Sus primeras palabras fueron para honra y gloria de Dios, pero es importante señalar que Zacarías también profetiza y pronuncia palabras de bendición sobre su hijo.

Animar a otros en el Señor es vital. Dar ánimo y bendición a los jóvenes puede ser fundamental para su camino con el Señor.

El profeta Jeremías pronunció estas palabras para que todos nos aferremos a ellas. «Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» Jeremías 29:11.

Reflexión sobre la perspectiva

¿Hay alguien a quien necesites animar hoy con una palabra del Señor?