Perspectiva De La NavidadMuestra

El interrogatorio de Zacarías

'En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril y los dos eran de edad avanzada.

Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el Templo del Señor para quemar incienso. Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida afuera estaba orando.

En esto un ángel del Señor se apareció a Zacarías a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se asustó y el temor se apoderó de él. El ángel dijo: No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan.

¿Cómo podré estar seguro de esto?, preguntó Zacarías al ángel.Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada.'

Todos sabemos lo que es desear algo desesperadamente y que se te niegue. El dolor es palpable. Semejante lesión del alma parece casi imposible de superar. Podemos aprender mucho sobre nuestra fortaleza personal por un deseo negado.

Medita en las veces que deseas algo desesperadamente, ¡y lo consigues! Todo lo que anhelabas, cada petición de tu corazón se hace realidad. Quedas aturdido y sin palabras porque un profundo deseo de tu corazón se ha hecho realidad.

La escritura de hoy describe a Zacarías, un sacerdote profundamente fiel, que sintió que se le había cerrado la puerta a la bendición de un heredero. Él y su esposa Elisabet habían esperado, orado y rogado por un hijo, pero el tiempo parecía haberse agotado para que el sueño se hiciera realidad. Lo que sucede a continuación desempeña un papel fundamental en la preparación de la venida del Mesías.

La escritura de hoy habla de acontecimientos milagrosos mientras Zacarías efectúa sus deberes ceremoniales. Un encuentro celestial sorprende a Zacarías y lo paraliza de miedo. Gabriel, el ángel que los visita, les anuncia que Zacarías y Elisabet tendrán un hijo. Él mueve la cabeza con incredulidad y pide pruebas, ya que su mujer y él ya no están en edad fértil.

Ponte en el lugar de Zacarías: decepción tras decepción. Para cuidar tu corazón y tu alma, cierras la puerta a tus sueños frustrados e intentas seguir adelante. Entonces, la puerta se abre y parece un rayo de esperanza. ¿Se abrirá de nuevo una herida y volverá el dolor?

Reflexión sobre la perspectiva

Zacarías interrogó a Gabriel, el representante del Señor. En otras palabras, Zacarías cuestionó a Dios. ¿Alguna vez has cuestionado a Dios? Empiezas a preguntar, a buscar respuestas. Todo forma parte del camino de la fe. Servimos a un Señor que es lo suficientemente grande y sabio como para responder a nuestras preguntas.

Dios desea que lo invitemos a dialogar. Él recibe con agrado tus preguntas, pues son una señal de búsqueda. Pasa tiempo con Dios cuando tengas dudas. Confía en los resultados o en el misterio de su silencio.