La Actitud De Agradecimiento a DiosMuestra

El agradecimiento a Dios se expresa en generosidad a otros

“Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios” (2 Corintios 9:12 NVI).

El agradecimiento es el fundamento de la generosidad.

Somos más generosos cuando sabemos y sentimos que Dios nos está bendiciendo, y reconocemos a través de la gratitud ese hecho.

El agradecimiento si es genuino, germinará el fruto de la generosidad hacia otros. Una persona agradecida con Dios, se hace consciente que Dios le bendice, para que sea de bendición a otros.

Cuando Dios te bendice de varias maneras, es una oportunidad para ser generoso, lo que dará lugar al agradecimiento a Dios. Hay una conexión entre el agradecimiento y la generosidad. El agradecimiento y la generosidad van de la mano. Cuando pensamos en Dios en el marco de la generosidad nos damos cuenta de lo espléndidamente dadivoso que es. Entonces, desde nuestra actitud de agradecimiento, nos extendemos en generosidad hacia otros. La generosidad es en parte producto del contentamiento. Y una forma de cultivar el contentamiento es a través de la generosidad. Cuando confiamos que Dios ha provisto y proveerá para nuestras necesidades, es más fácil ser desprendido.

La generosidad comienza en el corazón. Comienza cuando dejamos de lamentarnos por aquellas cosas a las cuales hemos renunciado y comenzamos a regocijarnos por todo lo que hemos ganado en Cristo.

“Bendecidos para bendecir”

Eso requiere desarrollar una mentalidad de abundancia; pensar con criterio de abundancia y no de escasez, cuando se trata de otros. Aquí aplica el dicho de Jesús: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos…” (Mateo 7:12). Este pasaje bíblico demanda proactividad: disposición a actuar con gracia y favor hacia otros.