VINE A ADORAR (Parte 1)Ejemplo

ASOMBRADOS

El libro de Cantares compara la adoración con el amor entre amantes. Tiene niveles. El amor que sentimos por un hermano o amigo no es igual que el que sentimos por nuestro cónyuge. Conozco a mi esposo de toda la vida (desde muy jóvenes) y jamás pensé que él llegaría a ser mi esposo, pero un día mis ojos se abrieron y lo vi. Pude verlo desde otra perspectiva y lo amé.

Al principio de nuestro caminar con Dios desconocemos que Él no solo quiere ser el Salvador de nuestras almas y nuestro Padre, sino también nuestro Amado. Él es el Amado de nuestras almas. Ese amor apasionado y profundo nos inspira a adorarlo.

¿Te inspiras en el Amigo o en el Amante? ¿Quién asombra más tu corazón, un amigo(a) o aquella persona especial que ves con otros ojos? Estoy segura que la segunda opción.

Antes, podía únicamente apreciar como hermano a mi esposo, pero ahora lo amo de forma diferente. Es tan fácil ver sus virtudes y valiosas cualidades porque me inspira el amor que siento por Él.

Profundizar en nuestra amistad con Dios y crecer en el conocimiento de Él nos llevará a amarlo cada día más y así poder darle la mejor ofrenda de adoración.

La adoración es una ofrenda, y cuando no damos la mejor o cuando damos una ofrenda mediocre, lo ofendemos y desagradamos porque nuestro Amado espera que demos lo mejor para Él. Demos una adoración sin distracciones y no por salir del paso o por cumplir. Inspírate en el Amado de tu alma y te aseguro que tus tiempos de adoración serán transformados.

Me inspira la cruz. Me asombra su sacrificio, Su nivel de entrega. Job dijo: “De oídas te había oído mas ahora mis ojos te ven”. Necesitamos recibir la revelación de la cruz, que nos asombre Su sacrificio y que pasemos de dar una adoración superficial a dar una llena de amor y entendimiento. Es imposible no adorar y amar a quien me ha amado de tal manera, dando Su propia vida por mí.