¿Cómo Puedo Confiar en Dios?Muestra

CONFÍA EN QUE DIOS ES TU PROTECTOR

Salmos 3:3: Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto (NTV).

Confiar en que Dios es nuestro Protector es reconocer que Él nos rodea en todo momento. La imagen de un escudo evoca una sensación de seguridad y resguardo. Cuando pensamos en Dios como nuestro escudo, podemos tener la certeza de que nada nos podrá hacer daño. Él es quien nos protege de las adversidades y de los peligros que, a menudo, no podemos ver.

Si Dios nos rodea, es porque está cercano a nosotros. Imagina lo cerca que tiene que estar una persona de otra para rodearlo con sus brazos; así es la cercanía que Dios tiene con nosotros. En los momentos de incertidumbre o temor, saber que Dios está a nuestro alrededor nos brinda paz y confianza. No estamos solos en nuestras batallas; contamos con un aliado poderoso que nos acompaña y sostiene.

El concepto de "sostener" también nos habla de la intimidad de nuestra relación con Él. Dios no solo está cerca; Él está tan cerca que, con su mano, nos ayuda a mantener nuestra cabeza en alto. Su mano está lista para levantarnos cuando nos sentimos abatidos y para guiarnos cuando nos sentimos perdidos. Esa cercanía es un recordatorio de que siempre podemos acudir a Él, no solo en momentos de crisis, sino también en cada aspecto de nuestra vida diaria.

Así que, cuando enfrentemos desafíos, recordemos que Dios es nuestro escudo y nuestro protector. Él está con nosotros, rodeándonos con Su amor y Su cuidado. Dejemos que Su presencia nos dé confianza y fuerza, sabiendo que no hay nada que temer cuando estamos bajo Su protección.

Reflexiona:

• ¿En qué momentos has sentido la protección de Dios en tu vida?
• ¿Cómo puedes cultivar una relación más cercana con Dios para experimentar Su protección de manera más profunda?

Oración:

Señor, gracias por ser mi escudo y mi protector. Ayúdame a sentir Tu cercanía en cada momento y a confiar en que estás rodeándome con Tu amor. Cuando me sienta vulnerable, que pueda recordar que Tú sostienes mi cabeza en alto y que siempre estás a mi lado. Amén.