Cerrando El AñoMuestra
La importancia de mirar adelante y planear.
Las primeras páginas de las Escrituras nos recuerdan que el ser humano fue hecho a imagen y semejanza de Dios. Hombres y mujeres, se diferencian de toda la demás creación en su capacidad de razonar, pensar, soñar e imaginar. Todas estas características especiales de la imagen de Dios en nosotros nos permiten mirar al futuro.
La Biblia nos recuerda que “los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza" (Proverbios 21:5 NTV).
El inicio de un año nuevo nos permite mirar hacia el futuro y planear. Comenzar con una intención, dirección y rumbo. Empezar con diligencia. Son fechas inmejorables para sacar “papel y lápiz” y poner intencionalidad en el rumbo que queremos que tome nuestra vida en los siguientes meses.
Los expertos en planeación personal tienen un acróstico en inglés para el establecimiento de metas. Les llaman metas “SMART” (inteligentes). Cada letra tiene una característica de las metas inteligentes.
La “S” significa “specific” (específica). Lo primero es establecer con claridad la meta. Puede haber metas para nuestra salud, o para nuestra vida laboral o familiar. Mientras más específicos seamos, mayor claridad tendremos de la “diana” a la que apuntaremos nuestra flecha. La “M” habla de “measurable” (medible). Números. No es lo mismo decir “haré más ejercicio este año” que decir “caminaré 30 minutos 5 veces a la semana”. Las metas deben ser medibles. La “A” se refiere a “achievable” (alcanzable o realista). Si establecemos metas muy bajas no significarán un verdadero esfuerzo; si establecemos metas demasiado altas respecto a nuestra situación actual pueden generar desánimo. La “R” significa “relevant” (relevante). Las metas deben apuntar al sentido de nuestra vida, a lo que Dios nos ha llamado a hacer, y a ser bendición a las demás personas. Por último, la “T” se refiere a “time” (tiempo). Las metas deben tener un tiempo para alcanzarlas. La diferencia entre un sueño y una meta es que a segunda tiene un margen de tiempo para su realización.
¡Planeemos nuestro siguiente año! ¡Usemos toda la capacidad que Dios nos ha regalado para enfrentar el futuro como sabios y no como necios! ¡Preparémonos para lo que Dios tiene preparado para nosotros el siguiente año!
Acerca de este Plan
El fin de un año y el comienzo de otro, son la oportunidad perfecta para hacer un balance. Un “corte de caja”. Podemos recordar aquellas cosas del año por las cuales estamos agradecidos, y a la vez considerar aquellas otras en las que podemos corregir el rumbo. En este sencillo devocional de 5 días queremos ayudarte a pensar en el año que termina, y a poner en manos de Dios el año que comienza.
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Nos gustaría agradecer a Ponlo en práctica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/ponloenpractica_?igsh=MThueWFocXZyZGp1eQ==