ABC De La Oración ... Para Principiantes.Muestra

¿Cómo hacer de la oración un hábito?

Imagínate que tu vida de oración es como un jardín. Al principio, todo está lleno de potencial. Tú tienes la mejor actitud y comienzas a sembrar oraciones de agradecimiento, confesión y peticiones. Te entusiasmas al ver crecer tu relación con Dios. Pero con el tiempo, las malas hierbas comienzan a crecer y ahogar las flores. Estas malas hierbas son como los pensamientos negativos, las preocupaciones, y las distracciones que intentan robarte tu tiempo de oración. ¿Qué puedes hacer? En nuestro devocional de hoy aprenderás maneras prácticas para arrancar esas malas hierbas y cultivar un jardín hermoso.

Para mantener nuestro jardín espiritual sano, debemos cultivar el hábito de la oración. Para ello necesitas:

· Tomar la decisión: Comienza hoy mismo, aunque no te sientas listo o creas no saber lo suficiente. El Señor está a tu lado y te enseñará lo que necesitas saber.

· Tener una hora y un lugar: Elige un lugar tranquilo y un momento específico cada día para conectarte con Dios. Puede ser a primera hora de la mañana, antes de dormir o durante tu almuerzo. La mejor hora del día es cuando estás con energía y sin otras tareas pendientes.

· Crear una rutina: comienza agradeciendo a Dios por sus bendiciones, luego confiesa tus pecados y, finalmente, presenta tus peticiones.

· Incluirla con actividades diarias: ora mientras caminas, comes o haces cualquier actividad. ¡Incluso puedes orar mientras esperas el autobús! ¡Hay cientos de posibilidades cada día!

· Hacer equipo con otros: La oración con otras personas es una experiencia muy especial. Puedes asistir a una comunidad de fe y fortalecerte en la oración comunitaria.

· Escribir un registro: Lleva un diario de tus conversaciones con Dios si disfrutas escribir. Deja la fecha y vuelve a tu diario de vez en cuando para notar las respuestas de Dios.

· Recordatorio en tu celular: Al principio te ayudará mucho establecer una alarma en tu celular. Así no tendrás la excusa de que lo olvidaste un día. Solo ten presente de hacerlo inmediatamente y no postergarlo.

· Perseverar en tiempos de sequía: Vendrán tiempos en los que no querrás hacerlo, no tienes la misma emoción del principio, no ves que tus oraciones están siendo respondidas, parece que Dios no te escuchara. En esos tiempos, sigue adelante. Persevera hasta ver como la lluvia llega de nuevo. No olvides que el Señor siempre está contigo, inclusive en los momentos que no lo sientes.

· Leer tu Biblia: La Biblia es la otra cara de la moneda de tu vida de oración. Siempre deben ir juntas. Oras y lees la Biblia. Para saber más sobre la importancia de leer la Biblia y cómo leerla. Busca el plan devocional “ABC de la Biblia, para principiantes”.

Reflexiona:

¿Qué te impide dedicar tiempo regular a la oración? ¿Son distracciones, falta de motivación o algo más?

¿Cuál de las sugerencias te parece más práctica para comenzar a incorporar la oración en tu rutina diaria?

¿Qué te gustaría obtener de una vida de oración más consistente?

¿Cuál es el primer paso que darás hoy para fortalecer tu hábito de oración?