Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosMuestra

Las cosas menos convenientes

por Bekah Moes

Por aquellos días, al multiplicarse el número de los discípulos, surgió una queja de parte de los judíos helenistas en contra de los judíos nativos, porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos, y dijeron: “No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. Por tanto, hermanos, escojan de entre ustedes siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea. Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra” -- Hechos 6: 1–4 (NBLA).

Espera un minuto; algo no encaja. Hace solo una o dos páginas estábamos alrededor de una mesa, comiendo carbohidratos, compartiendo nuestras pertenencias y cambiando el mundo. En pocos capítulos, hemos pasado de la unidad a las quejas. Incluso parece que los pastores no se molestan en lidiar con la discriminación o servir a las viudas, porque tienen cosas más importantes que hacer. Luego delegan las tareas "menos deseables" a otros, ¡y a la congregación le encanta! ¿Alguien más se siente confundido?

Recuerda, hay una historia más grande en juego. La Biblia cuenta una historia continua de la cual cada una de las historias más pequeñas son parte. Permíteme un resumen general: Es la historia de la familia de Dios y su persistente quebrantamiento, disfunción y caos, y Dios finalmente restaurando paz y orden. La historia comienza antes del Génesis y todavía se está desarrollando hoy en día. Conclusa y en curso, ahora y ya no.

En este momento de Hechos 6, las buenas nuevas del reino de Jesús se están extendiendo y la familia de Dios está creciendo. El corazón de Hechos 6 es la selección de los primeros diáconos de la iglesia y la fuerza de la iglesia en rápido crecimiento. ¿Por qué, entonces, el autor incluye este pequeño y molesto conflicto entre los hebreos y los griegos?

Como madre de cinco hijos, sé algo del conflicto. No faltan las discusiones en mi casa. Me identifico con el clamor abrumador que incitan las rivalidades entre hermanos. Escuchar "¡No es juuusto!" día tras día es agotador, y no siempre intervengo. A veces los niños tienen que resolverlo ellos mismos. Pero si no se resuelven, esos pequeños estallidos se convierten en resentimiento y amargura que pueden engendrar desprecio.

Enfrentar el conflicto con otros es parte de ser humanos. Es perturbador, agotador y distractor, pero también es una oportunidad para estar más consciente de uno mismo, de Dios y de los demás. El conflicto es una invitación divina a abrazar la interrupción y experimentar la transformación del caos en orden.

El mismo conflicto que los apóstoles delegaron en Hechos 6 se intensificó más tarde en la familia de Dios. Más adelante en el Nuevo Testamento, descubrirás que a medida que la iglesia creció, también lo hizo el drama. Mezclado con todas las cosas hermosas y dignas de alabanza está la lucha entre quienes no son parte y los que sí, las luchas con la jerarquía y el poder, los prejuicios y la discriminación, los desacuerdos sobre qué hacer con el dinero de la iglesia o qué comer y beber, y las interpretaciones contradictorias de las enseñanzas de Jesús. Algo constante y estruendoso. Lo vemos en la relación complicada entre los doce discípulos originales y el apóstol Pablo. Lo vemos en las epístolas cuando Pablo aborda problemas específicos que surgieron en las congregaciones locales en Roma, Corinto, Galacia, Éfeso, Colosas y Tesalónica. Los conflictos espirituales, emocionales y de relaciones siguen presentes en la iglesia hoy en día. ¡No es nada nuevo! Entonces, ¿cuál es exactamente el problema?

El llamado a amar a Dios y amar a las personas no es poca cosa, y el contexto práctico que Dios nos ha dado para resolverlo todo es el de una familia. La Iglesia no es un edificio ni un acontecimiento. Somos una familia que aprende a vivir juntos "a la manera de Jesús". Las cosas menos convenientes, como el conflicto, son a menudo el camino hacia un mensaje evangélico más auténtico entre nosotros. En las relaciones mutuas, vemos el amor abnegado de “ambos lados de la moneda”. Aprendemos a servir, a ocupar el último lugar y a considerar a los demás como más importantes que nosotros mismos. Cuando nos equivocamos y nos herimos unos a otros, lo sacamos a la luz y lo enfrentamos juntos.

Hermanos y hermanas, cuando la vida de la iglesia se complica, las cosas buenas del reino están en acción. Recordemos que la historia de la iglesia no es una historia de perfección, sino de crecimiento y gracia. La presión de la necesidad de lograr un determinado resultado se ha apagado. Jesús demostró que está más interesado en lo que estamos aprendiendo en el camino. El conflicto y la tensión no son signos de fracaso, son simplemente oportunidades de transformación. Así como la iglesia primitiva enfrentó desafíos, nosotros también encontraremos momentos de discordia. Es en estos momentos que se nos invita a vivir el evangelio con humildad y honestidad. Que aprovechemos la oportunidad: poniendo la mesa unos para otros, compartiendo el pan y juntos continuando la obra del reino de Dios.

Oración

Padre, ¿me ayudarías a aceptar las interrupciones como oportunidades divinas? Enséñame a parecerme más a Cristo tanto en honestidad como en humildad. Aumentar mi capacidad de valorar el crecimiento compartido por encima del beneficio personal. Ayúdame a crecer en amor y servicio a los demás y permite que la forma en que trato a los demás sea un testimonio para el mundo de lo que significa ser parte de tu familia. En el nombre de Jesús, amén.

Activación

• ¿Cómo respondes normalmente a los conflictos dentro de tu iglesia o familia? Tómate un momento para tomar nota de lo que Dios podría querer enseñarte a través de esos momentos de tensión.
• ¿De qué maneras puedes practicar "el otro lado de la moneda" del amor abnegado con las personas que te relacionas? Busca a una persona esta semana a la que puedas mostrarle este tipo de amor de una manera práctica.
• ¿Cómo puedes aceptar las interrupciones en tu vida como oportunidades para el crecimiento espiritual y una conexión más profunda con Dios y con los demás?

Para profundizar

Hechos 6; Mateo 22:34–39; Filipenses 2:1–11; 1 Corintios 13

Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?