Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosMuestra

El camino difícil

por la Dra. Irini Fambro

"Ese día comenzó una gran ola de persecución que se extendió sobre la iglesia de Jerusalén; y todos los creyentes, excepto los apóstoles, fueron dispersados por las regiones de Judea y Samaria… Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban" -- Hechos 8:1, 4.

Al crecer como una niña egipcia en Alabama, aprendí a manejar los momentos difíciles. Los momentos incómodos y extraños son mi especialidad, pero son los difíciles los que pueden dejar cicatrices. Las amigas que me rechazaron, los aspectos culturales de mí misma que oculté, el chico cuya madre no quería que saliera con una chica morena. Difícil. No fue lo más difícil a lo que me enfrentaría, pero lo fue para mí... lo que conocía y con lo que estaba familiarizada.

Hay dos tipos de dificultades: las que se despliegan a partir de nuestras decisiones y las que simplemente suceden. Ambos son parte del ser humano. Pasamos por dificultades siendo un niño (difícil), un hermano (difícil), un cónyuge (más difícil), un padre (más difícil), un amigo (algo difícil) y un líder (definitivamente difícil).

La vida es difícil. Para mí, para ti, para todos.

Jesús incluso nos dijo que la vida sería difícil cuando dijo: "En este mundo afrontarán aflicciones" (Juan 16:33 NVI).

La primera iglesia, la primera de la historia, se enfrentó a circunstancias terriblemente difíciles. No estaban debatiendo sobre qué tan fuerte se tocaba la música o cómo hacer incrementar los grupos pequeños. Estaban siendo perseguidos y asesinados por seguir a Jesús. No tuvieron unos pocos años para resolver los problemas como una iglesia nueva. Ni siquiera habían establecido horarios de reunión, ni habían comenzado un proyecto de construcción ni predicado una serie de sermones. Jesús se fue, y se encontraron con el Espíritu Santo y comenzaron una iglesia. Era todo tan nuevo, tan diferente... tan difícil.

Se afligieron.

Esperaron.

Se encontraron.

Fueron amenazados.

Fueron buscados.

Fueron asesinados.

DIFÍCIL.

No hicieron nada para ponérselo difícil, sino que les fue impuesto y los obligó a tomar decisiones difíciles. Al comienzo de Hechos 8, la iglesia se dispersó porque estaban siendo perseguidos. Fueron sacados de sus hogares en Jerusalén, de lo familiar a lo desconocido, y llevados a Judea y Samaria. Jesús sabía que vendrían tiempos difíciles: "y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra” (Hechos 1:8b). ¡Pero no los dejó desvalidos! Él les dijo: "pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes" (Hechos 1:8a). El Espíritu Santo es el regalo de Jesús para la iglesia, para ti y para mí, para que no tengamos que enfrentar solos situaciones y decisiones difíciles. ¡Él está con nosotros!

Los lugares difíciles nos ofrecen oportunidades para:

1. Elegir

En tiempos difíciles, el Espíritu Santo nos ayuda a tomar las decisiones correctas. A medida que la iglesia del Nuevo Testamento se dispersaba debido a la persecución, la gente tenía una opción. Mientras estaban en lugares desconocidos, inesperados e inmerecidos, eligieron predicar la "Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban" (Hechos 8:4). Predicaron en lugar de publicarlo en las redes sociales. Hablaron de las buenas noticias en lugar de enviar mensajes de texto a sus amigos sobre todas las malas noticias. Vieron sus opciones y no se quedaron atorados con lo que estaba fuera de su control. Su respuesta en las situaciones difíciles fue más poderosa que el mal de la persecución.

2. Colaborar

Dios desea que colaboremos con Él en las situaciones difíciles, no con el enemigo. En Hechos 8, mientras Felipe predicaba en Samaria, también era perseguido, expulsado de su hogar y empujado a lo desconocido por personas que votaban y adoraban de manera diferente a él. Felipe tenía una oportunidad. Podía asociarse con el enemigo y ver a los samaritanos como sus oponentes, o podía asociarse con Dios y ver a los samaritanos como personas ansiosas y hambrientas, en necesidad de un Salvador. Felipe eligió la oportunidad de colaborar con Dios en una situación difícil, desconocida, incómoda e inesperada, y debido a su decisión, más personas escucharon las buenas nuevas y creyeron en Jesús.

3. Aprender

Dios quiere que aprendamos mientras estamos en situaciones difíciles. Soportando dificultades extremas, Felipe predicó en medio de la persecución. Samaria había sido una ciudad que había evitado toda su vida, así que ¿cómo podían las buenas nuevas de Dios llegar a estas personas? Felipe aprendió que Dios podía alcanzar lo inalcanzable cuando decidió colaborar con Él y predicar el evangelio en un lugar desconocido y hostil. Hechos 8:6–8 dice: "Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos de los que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad".

Sí, la vida es difícil, pero Jesús no solo dijo en Juan 16:33 (NVI) que sería difícil; Él también prometió paz: "Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo". Con esta promesa en mente, ¿qué vas a elegir hacer en situaciones difíciles? ¿A quién elegirás? ¿Con quién vas a colaborar en esas difíciles circunstancias? ¿Cómo vas a permitir que las situaciones difíciles te estiren? ¿Estás dispuesto a aprender de estos momentos? Tu situación difícil es una oportunidad para tomar una decisión difícil, pero puedes descansar sabiendo que tu decisión difícil será una decisión poderosa cuando colabores con Dios.

Oración

(Toma un momento y piensa en una circunstancia difícil que enfrentas en este momento. Levanta las manos y ora esta oración sobre tu difícil situación).

Espíritu Santo, Tú eres la respuesta que Jesús me dio para todas las circunstancias de la vida, incluso las difíciles. Me sostienes en los momentos difíciles. Guíame para que no me quede atrapado en ellos. Protege mis decisiones y ayúdame a colaborar contigo Señor, y no con el enemigo. Ayúdame a aprender y no atorarme por mi falta de comprensión. Te entrego mis situaciones difíciles. Que pueda llegar a ser más como Tú y nunca ser el mismo gracias a esas situaciones. En el nombre de Jesús, amén.

Activación

• Reflexiona sobre los momentos difíciles que has enfrentado recientemente, ya sea como resultado de tus propias decisiones o simplemente de las circunstancias de la vida. Reconoce lo difícil que fueron y pregúntate: "¿Dónde está la oportunidad en esta situación difícil? ¿Qué voy a elegir hacer?". Escribe las maneras en que puedes convertir tu desafío actual en una oportunidad para reflejar el amor de Dios.
• Reflexiona sobre Hechos 8 y cómo Felipe eligió colaborar con Dios en un ambiente hostil. Ahora considerando un desafío actual: ¿cómo puedes colaborar con Dios en eso? Escribe una oración o declaración, alineándote con el plan de Dios en lugar de la negatividad que te rodea.

Para profundizar

Hechos 8; Hechos 1–2; Juan 14; Juan 16

Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?