El Difícil Acto De Perdonar. (Rompe Las Ataduras De La Ofensa)Muestra

El orgullo puede ser un consejero muy persistente. Te susurra: "¿Por qué deberías perdonar? ¡No se lo merece!". Pero déjame hacerte una pregunta con amor: ¿merecíamos nosotros el perdón de Dios? Nuestro Señor Jesús, siendo completamente inocente, soportó la traición, la humillación y la cruz, y aun así perdonó.

El perdón requiere humildad porque nos pide mirar más allá de nuestro dolor y nuestra razón. Nuestro orgullo herido clama por justicia. Pero recuerda que la verdadera grandeza está en poder perdonar cuando tienes todo el derecho a no hacerlo. Cuando perdonas, te pareces más a Cristo, quien, siendo Dios, se humilló por amor a nosotros.

Sé que a veces temes que, al perdonar, la persona vuelva a lastimarte. Es un temor válido, pero piénsalo así: La posibilidad de futuras ofensas no debería impedirte liberarte de las que ya cargas. Perdonar no significa que permitas que te sigan lastimando - significa que eliges no dejar que las heridas pasadas determinen tu presente.

El verdadero perdón nace de la humildad. Requiere reconocer que todos hemos fallado y necesitado perdón en algún momento. Nuestro Señor Jesús, siendo completamente inocente, perdonó a quienes lo crucificaban. No porque lo merecieran, sino porque el perdón es parte del mismo corazón de Dios.

Me gustaría terminar este devocional con estos párrafos que encontré en un diccionario bíblico:

El perdón se define como la decisión de no tomar en cuenta las ofensas y agravios de otros, y se manifiesta tanto en los hechos como en la actitud del corazón. El perdón implica la renuncia a toda represalia o vindicación e incluye la determinación de aplacar todo brote de resentimiento presente y futuro, es decir, tratar con la ofensa como si esta nunca hubiera sucedido.

Perdonar es liberar completamente de su deuda a cualquier persona que te haya ofendido, lastimado, traicionado o defraudado. Es dejar en libertad a quien ha estado preso en la cárcel de tu propio corazón.

Es importantísimo que comprendamos la importancia del acto de perdonar. El perdón es un tema de suma importancia para el cristiano, ¿por qué? Porque el perdón es el tema central en la historia de la redención. El inocente Hijo de Dios murió a favor de deudores culpables para que éstos tuvieran acceso al perdón y la reconciliación Dios.

El cristiano es una persona que ha entendido que antes era un enemigo de Dios, un hijo de ira y que Dios, sin tener porque hacerlo, perdonó sus pecados y le reconcilio con él. La base de nuestro perdón no son nuestros méritos, sino la obra de Cristo en la cruz. Por tanto, los cristianos deben ser las personas más perdonadoras del mundo, pues son canales de la gracia y la misericordia de Dios que han experimentado en su propia vida.