¡Adquiriendo Sabiduría! – en Las Manos De DiosMuestra

En las manos de Dios

En este capítulo vamos a abordar un tema sumamente trascendental para nuestra vida: la soberanía de Dios y nuestra dependencia de Él. Empieza en los primeros versos estableciendo claro que el ser humano puede disponer o proponer un plan, pero depende de Dios que esto suceda.

En nuestra vida es muy normal, ser cada vez más independientes. Por ejemplo, cuando nacemos dependemos de nuestros padres y conforme pasan lo años empezamos a desarrollar nuestra voluntad propia y criterio. Conforme siguen pasando los años dejamos de depender económicamente de nuestros padres. Hasta llegar a una etapa adulta en donde nos valemos por nosotros mismos. Todo esto es saludable, pero contraproducente. Porque en nuestra relación con Dios funciona totalmente diferente: entre más maduros seamos, más dependientes de Él deberíamos ser.

No deberíamos consultar a Dios únicamente en algunas áreas y momento de nuestra vida, sino todo el tiempo. En el verso tres se hace una declaración muy poderosa: “Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito”. El versículo es claro, poner todo lo que hagamos en Sus manos para tener buenos resultados. Y cuando menciona todo es absolutamente cada área de nuestra vida: relaciones, economía, ministerio, familia, sueños. Poner todo en Sus manos es entregarnos plenamente a Su voluntad, soberanía y designios.

Renunciemos al orgullo que nos hace creer que nuestros planes son mejores que los de Él y que la humildad nos acerca cada vez más a nuestro Creador, Señor y Padre.