Palabras Finales De JesúsEjemplo

Salvación

Jesús fue crucificado junto a dos ladrones. Mientras uno se burlaba de Él, el otro reconoció su culpa y clamó: "Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino" (Lucas 23:42). Jesús le respondió: "Hoy estarás conmigo en el paraíso." (Lucas 23:43). Su respuesta nos recuerda que la salvación es por gracia, no por méritos.

El ladrón arrepentido representa la verdadera humildad espiritual. No intentó justificar sus acciones ni pedir una segunda oportunidad en la tierra, sino que confió completamente en la misericordia de Jesús. Este es el corazón de la salvación: reconocer nuestra necesidad y confiar en la obra de Cristo.

Muchas veces pensamos que debemos "hacer algo" para ser dignos de Dios, pero Efesios 2:8-9 nos deja claro que la salvación no es por obras, sino un regalo inmerecido. No se trata de lo que hicimos en el pasado, sino de quién es Cristo en nuestro presente.

La historia de este ladrón también nos muestra que nunca es demasiado tarde para volvernos a Dios. Aunque su vida estuvo marcada por el pecado, su fe en el último momento lo llevó a la vida eterna. Esto nos recuerda que Dios está siempre dispuesto a recibirnos, sin importar cuán lejos hayamos estado.

Finalmente, esta escena nos desafía a compartir el evangelio con otros. Si Jesús le dio esperanza a un criminal en sus últimos minutos, ¿cuánto más deberíamos nosotros compartir su mensaje con quienes aún tienen tiempo para transformar su vida?

El ladrón en la cruz no tuvo tiempo de bautizarse, hacer buenas obras o enmendar su pasado, pero su fe fue suficiente. Jesús sigue extendiendo esta misma salvación hoy.

Aplicación práctica:

Comparte con alguien el mensaje de la salvación. Recuerda que nadie está demasiado lejos del amor de Dios y que Él sigue llamando a cada corazón.