Querida Hija: Consejos Maternales Para Mamás Que Necesitan Cuidados MaternalesMuestra

Querida hija, pídele a Dios que te muestre el corazón de tu hija

Querida hija:

Acércate a Dios con tus preguntas; Él te dará sabiduría.

Recuerdo una época difícil cuando mi primogénita era pequeña y entraba a mi habitación por la noche después de acostarla. Cuando llegaba la hora de dormir, yo estaba tan cansada y harta de criar a mi hija que solo quería dormir. Como puedes imaginar, no reaccionaba muy bien a este comportamiento. Incluso la azoté varias veces por desobedecer, lo que siempre empeoraba las cosas.

Le pedí al Señor que me mostrara el corazón de mi hija y lo que realmente estaba sucediendo. A Christie le encantaba que yo pusiera un zapato en la rendija de su puerta para mantenerla abierta por la noche. De alguna manera, nuestro aire acondicionado lograba sacar la pequeña sandalia por la rendija de la puerta y cerrarla. Dios me mostró que ella seguía entrando a mi habitación porque quería que yo le pusiera la sandalia en su lugar, e incluso soportaba una paliza si yo podía arreglar la situación.

Oré y le pedí a Dios que me ayudara a ser más paciente, ¡y lo hizo! Si el zapato salía y la puerta se cerraba, lo arreglaba, pero sin enojo. También comencé a ver la hora de dormir como un momento especial para unirme con mis hijos y comencé a acostarme en la cama con ellos para hablar sobre su día. Este nuevo ritual para la hora de dormir ayudó a formar un vínculo especial con mis hijos que aún disfrutamos hoy.

Estoy tan agradecida más allá de las palabras por la ayuda siempre presente del Espíritu Santo. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera parado y pedido a Dios sabiduría y ayuda? Habría seguido dándole nalgadas y, por lo tanto, haciendo que mi hija se distanciara. Me habría perdido los hermosos momentos que pasé en la cama por la noche cuando los corazones de mis hijos estaban abiertos a mí.

Querida, ¿alguna parte de mi historia resuena contigo? ¿Tienes un hijo que parece meterse en problemas sin importar lo que hagas? Ve a Dios y pídele que te diga qué está pasando realmente. ¡Él no te decepcionará! Nunca estás sola en tu crianza. Como seguidora de Cristo, tienes dentro de ti al maravilloso Espíritu Santo, que te guiará por el camino que debes seguir.

Ora conmigo...

Señor, necesito tu sabiduría y tu ayuda. Muéstrame el corazón de mi hijo y qué es lo que está causando su comportamiento. Hazme saber si estoy haciendo algo que genere distancia entre nosotros. Quiero estar cerca de mi hijo; muéstrame cómo. En el nombre de Jesús, amén.

¡Estoy orando para que Dios te hable, querida!