Dependencia y GratitudMuestra

Me conmueve leer acerca de María, esa jovencita sencilla, de una aldea casi olvidada en algún lugar del Medio Oriente, hace ya un poco más de dos mil años.

Siempre me ha llamado la atención saber cuál sería la razón divina para que esa chiquilla común, fuera la elegida para ser el depósito humano del Hijo de Dios.

Sin embargo, la respuesta parece estar frente a nuestros ojos en el texto bíblico, en la declaración de su prima Elizabet, cuando dijo: "Eres bendita porque creíste que el Señor haría lo que dijo" ( San Lucas 1:45).

Mi corazón se experimenta conmovido y estimulado a creerle a Dios, tal como esta joven mujer lo hizo.

Porque cuando decidimos creerle a Dios, a pesar de las adversidades. NO PODEMOS CALCULAR EL ALCANCE DE LOS FRUTOS DE ESA PEQUEÑA, PERO FUERTE FE.

La persona de María de Nazaret, por cierto, no tiene “marca registrada” de ningún grupo religioso.

En todo caso, María era de religión judía.

Pero no fue por su religión que fue escogida.

No fue por su educación.

No fue por su manera de vestir.

No fue por el abolengo de su familia, su dinero o alcurnia.

María fue elegida por la clase de romance que había desarrollado con su Creador; ¡Por el tamaño de su fe!

María decidió depender De Dios y sus planes, aún cuando no podía comprenderlos.

María expresó canción de adoración, como muestra de su profunda gratitud por haber sido elegida, pese a su sencillo y humilde origen e insignificantes circunstancias.

Y, tal como lo declaró Elizabet, su prima, ¡bendita sea María de Nazaret, y todos los que nos hemos atrevido a creerle a Dios, pese a las circunstancias, a nuestro pasado, a nuestros miedos y nuestros muchos limites!

Ella amaba a Dios. Le creía. Le servía. Le adoraba.

Quiero ser como ella.

Quiero amar a Dios así.

Quiero adorar así.

Quiero servirle así; y por lo tanto, ¡DECIDO CREERLE ASÍ!

¡Cuánta falta le hace a este mundo tener muchas Marías, justo en momentos caóticos como estos! Personas que creamos “contra toda esperanza”, como Abraham, el viejo Patriarca de antaño.