LibérameMuestra

Libérame de las prisiones mentales: Destino ¿Alguna vez se ha sentido atrapado por un destino malo? ¿Alguna vez le ha parecido que su futuro ya había sido decidido por fuerzas desconocidas y que está atrapado por las malas consecuencias? ¿Se siente condenado a repetir los pecados de sus padres y abuelos? ¿Habla como si toda su vida estuviera en las garras del destino? Entonces tiene muchos acompañantes. La gran literatura abunda en historias de personas que fueron "destinadas" para la tragedia. El horrible futuro de Edipo le fue anunciado con mucha anticipación. Macbeth se enteró por medio de tres brujas que estaba condenado. Romeo y Julieta fueron amantes desventurados. Guiseppe Verdi escribió una ópera llamada La fuerza del destino. Pero todo eso es tontería romántica. El destino no existe. La idea del destino procede de la mitología romana: las tres Parcas eran diosas imaginarias que determinaban la trayectoria de la vida de todos los humanos. He aquí el verdadero poder que hay detrás de su vida: “Mas yo en ti, Jehová, confío; digo: « ¡Tú eres mi Dios! ¡En tu mano están mis tiempos!»” (Salmo 31:14,15). Usted no es un títere manejado por un titiritero divino. Usted no es una marioneta, que baila con cuerdas movidas por un amo cruel o indiferente. Usted fue diseñado y creado para ser un hijo del Altísimo, diseñado a imagen de Dios, diseñado para pensar, actuar, amar y desear en perfecto acuerdo con la santidad y la pureza de Dios. Dios es la fuerza que guía su vida. Y sus decisiones son importantes.