DemostradoMuestra
La vida cristiana puede resumirse en tres palabras que Jesús usó con frecuencia:
Arrepiéntanse y crean.
Apártate de tu pecado y cree en la verdad de Dios.
Esto requerirá humildad.
En mi experiencia, la palabra humildad implica un poco de humillación.
Yo dejo que la humillación me invada, me lleva al arrepentimiento y es seguida por el perdón. La vergüenza que estuve sintiendo y que inevitablemente me afectó a mí y a todos los que me rodeaban, fue lavada por las olas de la gracia.
Esta gracia restaura nuevamente la conexión. Es una conexión del alma con Dios; profunda, honesta y sincera porque lo necesito, estoy cerca de Él, y estamos en paz.
Pero llegar allí me cuesta mucho.
Si el propósito de nuestras vidas es la intimidad con Jesús, el camino hacia esa intimidad es mostrarle nuestra vulnerabilidad al necesitarlo, y entregarle las cosas que quisiéramos ocultarle.
La identidad de Jesús impulsó su humildad. No se aferraba a nada, ni tenía nada que probar. Estaba dispuesto a enfrentar la humillación por esos hombres, y eventualmente por todo el mundo, horas después en una cruz.
La verdadera fe nos lleva al arrepentimiento. El poder del arrepentimiento es morir a sí mismo. La libertad no viene sin la muerte. La felicidad no viene sin mancha. El canto solo viene después del duelo.
El aposento alto es la historia de este camino de regreso.
Exponemos nuestra impureza porque Jesús tiene el poder de lavarla y no queremos estar esclavizados a ella. Queremos ver avivamientos en nuestro entorno; queremos ver a Dios moverse en las almas de las personas que nos rodean. Eso es lo que queremos.
Debe comenzar por nosotros. Si no experimentamos su perdón y su gracia con regularidad, entonces ¿cómo podríamos dar su perdón y su gracia a alguien más?
La autenticidad es el terreno necesario para el arrepentimiento; si la sanidad viene de Jesús, la confesión debe ser el primer paso.
El siguiente paso es arrepentirnos y dejar nuestro pecado.
¿Qué nos hace limpios? Su sangre nos limpia.
Jesús fue claro, solo aquellos que acepten su purificación serán parte de Él. Solo aquellos que están dispuestos a confesar, arrepentirse, exponer su pecado, y recibir su perdón tendrán vida eterna.
¿Qué necesitas confesarle hoy?
Acerca de este Plan
Muchos de nosotros vamos por la vida sintiendo que no estamos a la altura de las espectativas. Parece que siempre queremos más. Pensamos que si pudiéramos trabajar más duro o ser mejores, podríamos lograrlo. Pero la verdad es que nunca lo seremos. Y afortunadamente no tenemos que serlo. En su libro Demostrado, Jennie Allen examina pasajes clave del libro de Juan para evidenciar que solo Jesús es suficiente. No tenemos que probar nada porque Jesús ya lo ha demostrado todo. En este plan de lectura de 7 días, explorarás temas como el triunfo de Dios sobre la muerte, fe en su guía diaria y cómo crecer en intimidad con Cristo. Descubre la forma en que nuestros corazones sedientos solo pueden ser saciados con el Agua Viva
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