«Ama Al Señor De Manera Plena»Muestra

«Ama a tu prójimo como a ti mismo»

Preguntaron a Jesús, ¿cuál es el más grande mandamiento? No le dijeron, ¿cuáles son los dos mandamientos más grandes? Pero eso no importa. Jesús les dio dos mandamientos: Amar a Dios y amar a tu prójimo. Amar a Dios y amar a tus vecinos van de la mano. Si amas a Dios, ese amor va a derramarse sobre la gente. 

¿Qué significa amar a la gente? ¿A qué se parece? El amor por la gente comienza en el corazón. Comienza con afecto por la gente. Los tenemos que cuidar. Pero no termina allí. Si nos ocupamos de la gente, entonces expresaremos ese interés en concreto, de maneras tangibles, en maneras que la gente pueda sentir, gustar y palpar. 

Escucharemos al amigo, quien fue herido. Oraremos por el conocido que necesita sanidad. Alcanzaremos a alguien que necesite fortaleza en nuestro grupo pequeño, que tenga problemas con su hijo adolescente. Deberemos llevar comida a una madre soltera o iremos a servir a los desamparados semanalmente, tratándolos de manera respetuosa como a cualquier otra persona. Usaremos un tono amable y gentil con los miembros de la familia. Esto es lo que significa amar a tu prójimo como a ti mismo. Te enfocas en otros, más que en ti mismo. Te conviertes en una persona que está más centrada en otros que en sí mismo. Te conviertes en un dador que un consumidor o aquel que solo quiere recibir. Esta es la clase de amor, es la clase de amor de Cristo que va a la gente que no es fácil amar. La clase de amor de Cristo va a gente que no se lo merece, gente como nosotros. Va a gente sin ninguna expectativa de retorno. 

En la película «Los Miserables» de 1998, Liam Neeson actúa como un exprisionero gruñón, Jean Valjean. Valjean asaltó y robó a un sacerdote quien lo había hospedado durante la noche. La siguiente mañana, Valjean es capturado con la plata del sacerdote. Cuando fue llevado ante el sacerdote de vuelta, Valjean queda deshecho por el amor del sacerdote, puesto que dijo que él le dio a Valjean la plata. Lo defendió, lo perdonó y creyó en él. Valjean nunca fue el mismo otra vez. Esa clase de amor de la clase de amor de Cristo, un amor sacrificial, es amor que puede cambiar el mundo. ¿Qué, si tú amas a la gente de esta manera por el resto de tu vida? ¿Qué, si cada seguidor de Cristo, ama a la gente de la manera que Cristo ama a la gente?