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Las orejas grandes son hermosasMuestra

Las orejas grandes son hermosas

DÍA 3 DE 7


Escucha al Espíritu

Dios también nos habla por medio de su Espíritu. Cuando una persona confía en Cristo como su Salvador, el Espíritu Santo hace morada en su corazón, y guía sus pensamientos y sus acciones hacia Dios en la manera que Él desea. El desafío es afinar nuestros oídos espirituales a su voz.

«¿Cómo puedo diferenciar entre el Espíritu Santo y mis emociones?» Cimentarse en la Biblia puede ayudarnos a discernir entre nuestras emociones y el Espíritu. Las emociones van y vienen, pero la Palabra de Dios permanece firme. Dios puede usar nuestras emociones para dirigirnos, y lo hace, pero la dirección del Espíritu es consistente y profunda, como un movimiento sostenido del corazón que nos señala a honrar a Dios. No es solo un capricho pasajero. Nuestras emociones varían a lo largo del día, pero la dirección del Espíritu Santo es consistente y persistente. Es sostenida a lo largo del tiempo. Un escritor lo llama un «eco sagrado» que se escucha una y otra vez.1

Digamos, por ejemplo, que tienes que tomar una decisión que es una alternativa entre dos caminos: A y B. Pídele a Dios que te hable estableciendo uno de los caminos con mucho peso en tu corazón. A medida que oras, buscas a Dios y consultas su Palabra, uno de esos caminos con toda probabilidad se convertirá en una «nota» sostenida en tu corazón. Tal vez, cierto pensamiento no te dejará tranquilo hasta que lo atiendas. Las puertas comenzarán a abrirse a medida que comiences a sentir una convicción profunda de que este es el camino que debes tomar.

Este método no te garantiza que le darás al «blanco» de la voluntad de Dios cien por ciento del tiempo. Descansa sabiendo que los intentos honestos por seguirlo —incluso los que estén marcados por tropiezos— te mantendrán en el camino correcto.

Con frecuencia imaginamos que nuestros errores evitan que encontremos su voluntad. Dios no es así. Nuestra desobediencia voluntaria puede desviarnos de nuestro curso, pero buscarlo con sinceridad nos permite levantarnos por su gracia y seguir caminando.

Escucha a tu alma para identificar la voz sostenida del Espíritu de Dios, en lugar de escuchar a tus propias emociones. Dios quiere dirigir tu vida. El cielo sí le habla a la humanidad, y el que es Santo trata con corazones individualmente. Escuchar a Dios es un privilegio reservado para sus hijos, y es parte de la bendición de conocerlo y de pertenecer a El.

Nota
1. Margaret Feinberg, Sacred Echoes [Ecos sagrados] (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2008).

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Acerca de este Plan

Las orejas grandes son hermosas

Los conejos son conocidos por sus grandes orejas —Nipper’s Geronimo tuvo las orejas más largas—.1 No estamos buscando incrementar el tamaño de nuestras orejas, sino que deseamos aumentar la audición de nuestros oídos espirituales. El Señor todo el tiempo nos está hablando, pero ¿estamos escuchando ¿Reconocemos su voz que nos guía y entendemos la manera en la que habla? Tener oídos grandes para escuchar la voz de Dios es algo hermoso.       

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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en:http://www.bakerpublishinggroup.com/ y http://elcentronetwork.com/ y https://houstonsfirst.org/