Las orejas grandes son hermosasMuestra

Escucha a otros

Una de las funciones principales de Moisés y Aarón era declarar la voluntad de Dios a otros, incluyendo al faraón. El Señor usa a su pueblo, para declararle su voluntad a su pueblo. Esa verdad me alienta a recurrir a amigos para que también ellos me den un consejo sabio.

Todos necesitamos personas en nuestra vida que nos amen y que deseen lo mejor de Dios para nosotros. Un verdadero amigo que no tenga envidia de tu éxito ni que se alegre en secreto por tus fracasos, sino que solamente quiera ver a Dios trabajando en tu vida. Necesitamos amigos llenos de la sabiduría del cielo obtenida por caminar de cerca con Cristo, no por su propia experiencia u opinión.

Un verano, trabajé como interno en un ministerio para jóvenes. Había estado luchando con el llamado de Dios al ministerio vocacional. Durante el servicio dominical vespertino, mientras oraba pidiendo dirección, una dulce mamá de uno de los muchachos se me acercó y tocó mi hombro. Cuando la voltee a ver, ella cortésmente me dijo: «Gregg [...] siento que el Señor quiere que te diga que estás en el camino correcto». Seguramente murmuré un «gracias», y ella se sentó, dejándome impactado por lo que acababa de escuchar. ¡Dios realmente escucha mis oraciones!

Dios habla a través del sabio consejo de buenos amigos, maestros, pastores e incluso escritores. Él puede usar a alguien para decir o escribir un enunciado o una frase que penetre nuestro corazón y que nos haga cambiar. Por eso es que es tan importante rodearte de personas que también deseen hacer la voluntad de Dios. La gente de la que nos hacemos acompañar es importante. George Washington dijo: «Es mejor solo que mal acompañado».¹ Y es todavía mejor estar bien acompañado que estar solo. Escuchar la voz de Dios a través de labios humanos, puede cambiar nuestra experiencia de asistir a la iglesia de ser ser una obligación semanal a ser una experiencia de una zarza ardiente, si venimos expectantes de escuchar su voz con discernimiento.

El discernimiento es esencial. No todas las personas que afirman estar hablando de parte de Dios en realidad lo hacen. Mantén cerca de ti al equipo de sabiduría de tu vida, mientras escuchas con discernimiento otras voces. Ten cuidado de que la dirección que recibas de otras personas verdaderamente sea de Dios. Y no aceptes ciegamente todo lo que venga a tu camino solo porque afirma provenir de Dios.

Nota
1. George Washington, citado en Tan, Encyclopedia of 7,700 Illustrations .