¿Cómo conozco la voluntad de Dios? Muestra

La experiencia de la voluntad de Dios

El término «agradable», significa «deleitable», pero algunas personas aunque aceptan que la voluntad de Dios es buena, sencillamente no la aceptan porque les parece que su personalidad exige o requiere de otra cosa. La voluntad de Dios, para algunos, va a tener que ver con abandonar el nivel de comodidad en el que se encuentran, por eso reniegan al hacerlo. 

No obstante, más allá de las opiniones, la Biblia nos enseña que la voluntad de Dios es agradable. ¿Quién mejor que Dios para saber qué es lo más apropiado para tus necesidades que Aquel que te creó y te dio vida? 

La excelencia de la voluntad de Dios 

«Perfecta», significa completa, que no le falta nada. Seguir la voluntad de Dios, nunca te conducirá a una calle sin salida. No te llevará a un lugar en la vida, para luego desaparecer dejándote a la deriva, perdido y sin saber qué es lo que está por delante. La voluntad de Dios es completa y no carece de nada necesario. 

Cuando pienses en seguir el plan de Dios para tu vida, algo que es bueno, deleitable y al cual no le falta nada, ¿qué motivo habría para que tengas miedo? ¿Cómo podrías llegar a aburrirte? o ¿Por qué razón te sentirías confundido? En esta búsqueda de la voluntad de Dios, que es el propósito eterno que Él tiene para tu vida, es fundamental que nunca dejes de pensar que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. 

Descubre la voluntad de Dios 

Cuando Dios habla directamente a Jonás, para que fuera a Nínive, y pregonara contra ella, porque se había convertido en una ciudad con mucha maldad, vemos que Jonás trata de huir de la presencia de Dios, lo cual es un imposible; más en realidad, estaba huyendo de la voluntad de Dios para su vida. Jonás, en su huida, descendió a Jope para buscar un barco que se dirigiera a Tarsis. ¡Vaya casualidad! Allí encontró uno que iba exactamente al lugar donde él deseaba ir. 

Es asombroso que Jonás, un profeta, haya tenido la suma de dinero justa para pagar el pasaje. ¡Esto debe haber sido la voluntad de Dios! ¿Alguna vez escuchaste de una persona que tenía la cantidad exacta de dinero para pagar algo? Ellos razonan de la siguiente manera: «¡Ah, si Dios suplió el dinero; debe ser su voluntad!».