ABDÍAS INTRODUCCIÓN GENERAL
INTRODUCCIÓN GENERAL
Abdías es el libro más corto del Antiguo Testamento; pese a su brevedad, presenta un oráculo poderoso y pertinente. El profeta Abdías cumplió el papel de vocero de Dios al proclamar un juicio contra Edom, con implicaciones para toda la humanidad. Para comprender la profecía de Abdías es necesario tener un conocimiento previo de la historia de Israel y los patriarcas, así como una comprensión clara de ciertos conceptos propios del género profético.
Desde los primeros relatos de la narrativa bíblica, encontramos la historia de los mellizos Esaú y Jacob, hijos de Isaac y nietos de Abraham (Génesis 25-36). La historia narra que ambos mantenían una enemistad desde el vientre de su madre. Jacob fue el antepasado del pueblo de Israel, es decir, de los judíos, mientras que Esaú fue el ancestro del pueblo de Edom; los edomitas. No obstante, ambos pueblos eran geográficamente vecinos y, a pesar de su relación conflictiva, formaban parte de la misma familia.
Israel se ubicaba en la parte oeste del río Jordán y del mar Muerto, mientras que Edom se ubicaba al sur del mar Muerto. A lo largo de los años ellos construyeron un extenso historial de guerras y hostilidades y, cuando el pueblo de Israel fue llevado en cautiverio (primero la parte norte bajo el dominio de los asirios en el 722 a.C. y más tarde la parte sur por los babilónicos en el 586 a.C.) los edomitas fueron absurdamente crueles con sus parientes. Además de su falta de empatía, y de ser indiferentes al sufrimiento de sus vecinos, fueron un paso más allá, se aliaron con los enemigos de Judá para aumentar la masacre y se alegraron cuando vieron a los israelitas experimentar una desgracia.
Algunas claves de lectura importantes para un mejor y profundo entendimiento de este corto libro son: la experiencia del exilio, el rol profético, el gran día del Señor, el Reino de Jehová, la geografía bíblica y la filología hebrea.
Desde un análisis superficial, la breve, pero intensa profecía de Abdías dirigida a Edom, se interpreta a menudo como una simple condena a la injusticia y el mal practicados por los edomitas hacia el pueblo elegido de Dios. En este contexto, Edom es visto como el antagonista, mientras que Israel aparece como la víctima. Sin embargo, al investigar más profundamente, especialmente en la parte final de la profecía, se darán cuenta de que su mensaje es más amplio de lo que sugiere el contexto histórico original. Este es un examen profético que va más allá de los límites del pueblo de Edom, proyectando que el pueblo de Dios continuará siendo dominado y oprimido por las naciones paganas. Sin embargo, del mensaje contenido en este libro surge una esperanza sobrenatural de un contexto nuevo: el Reino de Dios, que trasciende a cualquier forma de opresión terrenal. Esta profecía no solo refuerza la realidad del juicio divino, sino que también resalta la disponibilidad de la misericordia para quienes se dirigen a Él. Es una palabra profética que trasciende las barreras del tiempo, resonando como una poderosa advertencia para todas las generaciones. Aunque originalmente dirigida a Edom e Israel, sus principios tienen una aplicación universal y atemporal.#1:0 C.F. Keil y F.J. Delitzsch, Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento: Profetas Menores (Editorial CLIE, 2022), pág. 630, Everand.
Contexto histórico
La historia de Abdías se desarrolla en un momento de silencio profético, cuando pocas voces se alzaban para hablar en nombre de Dios. En este contexto, Abdías surge como una figura enigmática, portador de un mensaje divino que desafiaba tanto el orgullo de Edom como la desesperanza de Israel. En cuanto al autor, aunque el texto revela poco sobre su vida personal, su nombre — que significa “Siervo del Señor” — ya transmite su carácter y propósito: un hombre que fue elegido para anunciar un juicio, pero también para renovar la esperanza en el corazón de Israel; un eco de la voz divina en medio de una calamidad.
Con relación a la fecha en que se escribe, probablemente alrededor del siglo VI al siglo IV a.C, se destaca la complejidad política y espiritual de su época. Jerusalén estaba devastada y los babilonios dominaban la región tras la caída de la ciudad en el 586 a.C. En ese período, el Imperio babilónico se consolidaba como la potencia más poderosa del mundo conocido.
En este mismo periodo, los primeros filósofos griegos clásicos ya empezaban a desarrollar sus ideas filosóficas en la antigua Grecia, formulando reflexiones que, desde una perspectiva científica, darían paso a una futura reconfiguración hegemónica del mundo antiguo. Además, se estima que su profecía acerca de la destrucción de Edom se cumplió en una o dos generaciones posteriores.
El orgullo edomita se fundamentaba en su geografía y sus fortalezas naturales. La nación se situaba en montañas elevadas con ciudades protegidas por desfiladeros casi impenetrables. Ellos creían que su posición física los hacía invulnerables, una confianza que los alejaba de la dependencia de Dios. Sin embargo, la profecía de Abdías vino para romper esta ilusión, declarando que ninguna altura sería suficiente para escapar del juicio divino.
Edom era uno de los tres reinos de la Transjordania, región ubicada al este del Río Jordán y al sur de Judá (los otros dos eran Amón y Moab). Tras la dominación y destrucción de los edomitas, en esta región se estableció lo que actualmente se conoce como Petra#1:0 Tebes, Juan Manuel. Unearthing the Wilderness: Studies on the History and Archaeology of the Negev and Edom in the Iron Age (Peeter Publisher, 2014)., un importante enclave arqueológico en Jordania, patrimonio mundial de la UNESCO y antigua capital del reino nabateo. La región ganó este nombre justamente por su geografía rocosa. Los restos más célebres de Petra son sus construcciones labradas en las mismas rocas del valle.
Esta región, fundada a finales del siglo VIII a.C. por los edomitas y ocupada en el siglo VI a.C. por los nabateos, prosperó gracias a su ubicación en la ruta comercial que transportaba incienso, especias y otros productos de lujo a Egipto, Siria y Arabia. Después del siglo VI a.C., debido a los fuertes terremotos que azotaron la región, la mayoría de los habitantes abandonaron las ciudades que fueron redescubiertas para el mundo occidental recién en el siglo XVIII d.C.
El propósito principal del libro es advertir que la maldad y la falta de empatía de Edom no pasaron desapercibidos delante de los ojos de Jehová y que Dios establecería su justicia y su reino. El desafío de permanecer firmes en un mundo que rechaza las verdades espirituales sigue presente; esta profecía contra Edom también es un recuerdo para los siervos de Dios acerca de su carácter justo y soberano.
Contexto literario
El libro, compuesto por apenas 21 versículos, es parte de la gran riqueza veterotestamentaria del género profético. En la Biblia hebrea (TANAK), el texto se encuentra en el corpus de los Doce Profetas en la denominada Tercera División y en la Biblia cristiana protestante, está clasificado entre los profetas menores, nominación dada a estos libros debido a su breve extensión. El idioma original es el hebreo y las principales palabras clave fueron desarrolladas en la versión TCB en notas al pie de página para una mejor comprensión de su contenido, entre ellas están: Abdías, Edom - Esaú, Jehová, paz, exilio, entre otras.
El término אֱדֹם (Edom) significa “Esaú o rojo” y se deriva de la palabra אָדֹם (adom) que significa “rosado”, que a su vez se deriva de la palabra אָדַם (Adam) que significa “ser humano”. Esta raíz compuesta por Álef, Dálet y Mem, está presente en las tres palabras mencionadas. Raíces conectadas con el concepto de tierra, para relacionar al ser humano como hecho de la tierra. Por esta razón, aunque Edom se refiere específicamente a los descendientes de Esaú, también puede tener un significado más amplio, representando a toda la humanidad.
Al condenar a Edom, Dios estaba demostrando que a pesar de que Israel estuviera bajo disciplina, la traición y la arrogancia de otras naciones no quedarían impunes. Así, Abdías se convirtió en un símbolo de esperanza para los oprimidos. Su valentía en proclamar este mensaje destaca la fidelidad de los profetas en cumplir su misión, incluso ante la adversidad, ya que no solo denunció el orgullo de Edom, sino que también reafirmó que el juicio divino sería inevitable y justo. La justicia eterna de Dios abarca a todas las naciones. Este libro revela que la misión profética no era solo un acto de juicio, sino también una reafirmación del gobierno divino sobre la historia y los pueblos de la tierra.
Teología del libro
La profecía de este libro que tiene una línea teológica exílica del sur, está dividida en dos partes principales: la primera parte es una serie de poemas de juicio divino muy fuertes contra Edom y la segunda parte es un anuncio del gran día del Señor sobre todas las naciones.
Bosquejo teológico
1. Profecía contra Edom (1:1-14)
1.1. Anuncio de la caída de Edom (1:1-4)
1.2. Destrucción completa de Edom (1:5-9)
1.3. Principal motivo: crueldad contra su hermano Jacob (1:10-14)
2. El gran día del Señor: justicia de Dios (1:15-21)
2.1. Juicio contra las naciones (1:15-16)
2.2. Liberación del pueblo de Israel (1:15-21a)
2.3. Reino de Dios (1:21b)
Algunas ideas teológicas importantes que se encuentran como enseñanza en Abdías son:
· Dios hace caer a los arrogantes (el relato de la torre de Babel en Gn. 10; el rey de Babilonia que quiere establecer su trono en las alturas junto al trono de Dios en Is. 14; y el cuerno pequeño que crece hasta llegar al príncipe del ejército del Señor en Dan. 8, etc.).
· El orgullo precede a la caída (vs. 3-4; Pr. 11:2; 16:5; 16:18).
· La falta de empatía y alegría en la desgracia ajena trae consecuencias devastadoras (vs. 10-14; cf. v. 12; Lm. 4:21-22; Ez. 25:12; 35:10; Sal. 137).
· En el día del Señor para todas las naciones, cuando llegue la justicia, cada uno recibirá lo que sembró y serán tratados como trataron a los demás (vs. 15).
· Metáfora de la copa de la ira de Dios (v. 16; Lm. 4:21; 7 copas en Apocalipsis).
· Dios es justo y exige justicia de todos (no solo de Israel/Judá).
· Dios es el gobernante absoluto del cielo y de la tierra, es decir, de todas las naciones. Él tiene dominio sobre todos ellos.
· Dios es Santo y exige santidad de todos sus hijos e hijas en sus relaciones los unos con los otros.
· El día del Señor significa juicio y liberación.
El impacto de su mensaje trascendió su tiempo. Aunque breve, su profecía sigue resonando, indicando que, incluso en momentos de aparente silencio, Dios está activo, observando y juzgando los actos de las naciones. El contexto de Abdías nos enseña que ninguna injusticia pasa desapercibida y que la palabra de Dios nunca deja de alcanzar su propósito.
Bosquejo según la TCB
Mensaje en contra de Edom: su orgullo y caída (1:1-9)
Los errores de Edom (1:10-14)
El gran día del juicio de Jehová a las naciones (1:15-21)
Autoría: Ester Alice Da Rocha
Sobre la portada
Obra: Ninguna altura es suficiente
Artista: Esteban Valentín
Medio: Acuarela
El dibujo representa a Edom, basado en su geografía y en sus fortalezas. Este orgullo se simboliza a través de imponentes rocas que se alzan hacia lo alto, reflejando su ubicación en las montañas elevadas.
En el centro representa la destrucción del pueblo hermano y la indiferencia de Edom al momento de ayudarlo. Como consecuencia, su corazón se corrompió. Además, un cofre dentro de la imagen simboliza lo más valioso para ellos: sus sabios y su conocimiento, considerados el mayor tesoro de la región.
El dibujo está inspirado en Abdías 1:3, que declara: “Por el orgullo de tu corazón te engañas a ti mismo, como habitas en las alturas de las montañas, en fortalezas de rocas, crees que nadie en la tierra te puede derribar; y piensas: ¿Quién nos puede tocar aquí en las alturas?”
Asimismo, la estrella que cae del cielo simboliza la advertencia del siguiente pasaje: “Aunque vueles más alto que las águilas y aunque construyas tu morada por encima de las estrellas, de ahí te derribaré.” (Abdías 1:4)
La estrella representa el vano intento de Edom por sobresalir y alcanzar la grandeza, solo para sucumbir en un vacío existencial. Por otro lado, las montañas en la parte inferior simbolizan las murallas naturales en las que los edomitas depositaban su confianza para protegerse de sus enemigos.
Finalmente, esta profecía sigue vigente en la actualidad, ya que nos recuerda el principio bíblico: “Dios resiste a los soberbios y los mira de lejos, pero muestra su favor y cercanía a los humildes de corazón y a los menos afortunados.”
ទើបបានជ្រើសរើសហើយ៖
ABDÍAS INTRODUCCIÓN GENERAL: TCB
គំនូសចំណាំ
ចែករំលែក
ចម្លង

ចង់ឱ្យគំនូសពណ៌ដែលបានរក្សាទុករបស់អ្នក មាននៅលើគ្រប់ឧបករណ៍ទាំងអស់មែនទេ? ចុះឈ្មោះប្រើ ឬចុះឈ្មោះចូល
Proyecto Evanggelio: Traducción Contemporánea de la Biblia.
Copyright ©. 2022 por Yattenciy Bonilla.
Todos los derechos reservados.
https://proyectoevanggelio.org/