Dios en las redes socialesSample
Día #10 - #Humildad
La palabra humildad me lleva automáticamente a pensar en Jesús:
- Era Dios y se sujetaba a la voluntad del Padre.
- Era el Mesías y lavaba los pies de sus discípulos.
- Tenía toda la autoridad para acusar a la gente, pero vino para salvarla.
- Era bueno y pasaba la gloria de ese adjetivo al Padre.
- Nunca se creyó más que nadie, sino que valoraba a la gente, en especial a los marginados por la sociedad.🙌
Ser humilde no es sinónimo de pobreza material; sino saber quién eres sin que tú mismo lo divulgues. Jesús sabía quién era, y aunque anunciaba a los demás que Él era el Hijo de Dios, no lo hacía alardeando, sino enfocado en servir antes de ser servido, especialmente, a los excluidos por la sociedad.
Si me preguntas qué es para mí la humildad, te respondería que es una actitud ante la vida. Para poseer humildad es necesario conocerse a sí mismo, y reconocer que lo que logramos no es por nuestros propios méritos sino por los de Dios quien nos creó. Fue Dios quien depositó en nosotros los talentos, capacidades y propósitos, para que hoy podamos alcanzar lo que nos propongamos conforme a su voluntad.
Humildad es servir a los demás en lugar de ser servido, como lo hizo Jesús.
Para que podamos compartir correctamente a Dios en las redes sociales necesitamos hacerlo con humildad.
✅«Godlist™» para Redes Sociales: ¿Dios publicaría, compartiría o le daría like a esto?
- Antes de dar like o compartir el post de alguien, piensa: ¿Esa publicación fomenta la humildad o la altivez?
- Antes de publicar un post, evalúa: ¿Lo que voy a hacer refleja la humildad de Cristo a mi prójimo o sueno orgulloso?
- Antes de comentar en una publicación, analiza: ¿Me aseguro de promover la humildad como fruto del Espíritu Santo?
About this Plan
Este plan te ayudará a comprender que compartir a Dios en las redes sociales es una bendición. Su autora nos enseña cómo las situaciones de la vida dan paso a que el fruto del Espíritu Santo madure en cada uno de nosotros los creyentes, para que podamos compartir a Dios de forma correcta en nuestra vida privada y también en nuestras redes sociales.
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