(No) Cualificado para cumplir el llamado de DiosSample
Escuchando la voz de Dios
Para escuchar el llamado de Dios, debes escuchar Su voz. Para escuchar Su voz, debes conocer y pertenecer a Dios. Jesús dijo: "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen". No esperes escuchar a Dios en voz alta y retumbante porque a menudo habla en un susurro silencioso como lo hizo con Elías en el monte Horeb. Puedes escuchar Su voz en algo que lees o escuchas en la música, ves en el arte o en la naturaleza. A menudo habla a través de las personas, como lo hizo a través de Sus profetas en todas las Escrituras. Sobre todo, Dios le habla directamente a través de Su palabra escrita, la Biblia. Estar en Su palabra y meditar en ella es crucial para reconocer y discernir la voz y el llamado de Dios.
A menudo escucho a Dios hablándome a través de mis pensamientos, especialmente cuando estoy callada y quieta. "¿Qué haría Jesús? ¿Qué quiere Jesús que haga?" mi mente me pregunta. Mientras reflexiono, Dios me llama a renovar mi mente y eliminar el aluvión de ruido y desorden que se infiltra en mi cabeza a diario. Cuando me tomo un tiempo para estar quieta, la estática desaparece y escucho la voz de Dios mejor y más claramente.
Cuanto más desarrolles una relación personal con Dios, pasando tiempo con Él en oración y en las Escrituras, mejor escucharás cuando Él llame. Cuando participes en conversaciones regulares con Él como lo harías con un amigo, comenzarás a escuchar clara y correctamente lo que Dios tiene que decirte. Pídele a Dios que te dé aporte apertura para escuchar Su voz y responder a Su llamado con fe. Adquiere el hábito de escuchar intencionadamente y con expectación cualquier cosa que Dios te esté llamando a hacer. ¡Estás cualificado!
Esperamos que este devocional te haya motivado e inspirado. El equipo de la Biblia de Wiedmann te apoya mientras escuchas el llamado de Dios para ti y respondes con total confianza en Él.
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About this Plan
Dios a menudo recurre a personas inesperadas para cumplir Sus propósitos. Si crees que Dios no puede usarte, piénsalo de nuevo. Si sientes que no estás cualificado, reevalúate. Este plan de cinco días te mostrará que Dios puede usarte para cumplir cualquier propósito que elija. La buena noticia es que Él te equipará y empoderará en el camino, y nunca te abandonará. ¡Estás contratado para hacer el llamado de Dios!
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