¿Hay alguna manera de dejar el alcohol? | Luis Palau RespondeSample
¿Puedo desarrollar una fuerza de voluntad capaz de alejarme del vicio del alcohol?
Ante todo, debemos aclarar que el llamado “vicio del alcohol” es un hábito que después de haber sido realizado de forma constante en el tiempo, y descontrolada, termina en una adicción. Y una adicción escapa al control de la voluntad de la persona que la padece. Por lo tanto, no solo se trata de una conducta reprochable y perjudicial para el que la realiza y para su entorno, sino que se trata de una enfermedad espiritual y moral de lento y constante desgaste de la persona y de las relaciones de su medio ambiente.
Existen organizaciones que ayudan a los alcohólicos con técnicas que fortalecen la voluntad, y han sido de mucha ayuda para miles de personas, sin embargo, déjame decirte que es solo Jesucristo quien proporciona el mejor tratamiento, y uno definitivo, para esta enfermedad. Déjame explicarte:
Se trata de propósito en la vida. Necesitas que tu vida tenga un propósito más allá de ti mismo.
El alcohol satisface básicamente tu egocentrismo. Si comienzas a vivir para los demás, para los pobres, para los necesitados que le rodean, para tu propia familia, para tu esposa o esposo, para tus hijos o padres, todo cambia. Y solo Cristo puede darte una vida con propósito, y un plan a corto y largo plazo. Dice Dios a través del profeta Jeremías: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11).
Para romper con la adicción y terminar definitivamente con el inmanejable deseo de bebidas alcohólicas hace falta una satisfacción personal, profunda e intensa que te dé el poder para controlar y rechazar totalmente el deseo. ¿Cuál es esa fuerza? En la Biblia dice que es el Espíritu de Dios.
“… sean llenos del Espíritu Santo” (Efesios 5:18).
Sin duda puedes romper para siempre con el alcoholismo y las borracheras si recibes a Cristo en tu corazón. Cristo murió en la cruz para perdonar no sólo el pecado de la borrachera, sino todos los demás pecados que la acompañan: golpes, gritos, insultos, malgasto de dinero, ofensas y tantos otros males que la bebida descontrolada causa. Al recibir a Cristo, Dios te perdona todo pecado, limpia tu pasado, y te hace una nueva persona para siempre. Al recibir a Cristo tu recibes el Espíritu Santo y el fruto del Espíritu es amor, gozo y paz. Él te dará poder para controlar la borrachera, romper con ella y ser un hombre libre y feliz.
El alcohol roba, mata y destruye, y el propósito de Dios es darte una vida plena y abundante. Dijo Jesús: “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante” (Juan 10:10).
Un cambio de corazón es lo que necesitas para ser feliz, y al mismo tiempo para hacer felices a tus seres queridos.
Luis Palau
About this Plan
¿Qué quieres saber? Con el Manual de la vida, escrito por Dios, Luis Palau responde tus preguntas sobre distintos temas que quizás, durante años, quisiste conocer la respuesta. En esta serie las preguntas están enfocadas en el control del vicio del alcohol, y cómo esta necesidad va destrozando lentamente la vida y las relaciones cercanas del alcohólico.
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