Sé Asertiva… Contigo Y Con Los Demás Sample

Día 1 - Exprésate

La buena comunicación no se debe reservar para ocasiones especiales; debe ser un ejercicio diario. Por eso, si sigues esperando que las personas adivinen lo que piensas, lo que quieres o lo que necesitas, vas a envejecer. Expresa tus necesidades, emociones y deseos, sin esperar que los demás interpreten “por arte de magia” lo que te gusta y lo que no. Esto incluye hasta aquellos que asumes que te conocen muy bien, como tu pareja, hijos y padres. No tengas vergüenza en hacer saber tus preferencias acerca de lo que realmente te gustaría hacer. Por ejemplo, si te preguntan qué te gustaría comer, sé específica al decirlo. Comunica tus emociones y tus pensamientos de forma asertiva.

En la conducta asertiva se expresan directamente los sentimientos y opiniones propias respetando y teniendo en cuenta los derechos de los demás. Debemos aprender a usar la asertividad y antes de hablar, tomar un momento para contestar las siguientes preguntas: ¿Por qué voy a decir esto? ¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? ¿Dónde debo decirlo? ¿Cuál es la mejor forma para expresarlo?

Exprésate de forma clara y directa, y escucha con verdadera atención; esta es la parte más importante de la comunicación. No te limites a oír, preparando una respuesta mental mientras la otra persona habla; escucha para entender, sin interrumpir. Si no entiendes, admítelo y pide que te aclaren. Una buena táctica para ello es repetir, en forma de pregunta, lo que has creído entender: “¿Quieres decir que…?” De esta manera te aseguras de que has entendido el mensaje.

A la gente no le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto te interesas por ellos.

Trata a cada uno, individualmente y no a todos por igual. Elimina las malas palabras, el sarcasmo y las faltas de respeto que enturbian el mensaje y ponen a la otra persona a la defensiva. Expón tu caso de una manera ecuánime y respetuosa. No acuses ni uses generalizaciones; expresa cómo te sientes y cómo te afecta la actitud de la otra persona, de la manera más directa y sencilla posible.

Acepta y respeta las diferencias, no olvides que el otro puede ver las cosas de una manera diferente a la tuya. Si no es posible llegar a un acuerdo, al menos intenta lograr un entendimiento mutuo y respetuoso de las diferencias entre ambos.

Por eso, como amiga te animo a que seas valiente y te esfuerces para expresarte de forma asertiva.

Recuerda que:
El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber relacionarse con las personas.