Dia 4 - Prepárate

La Palabra de Dios nos habla de “estar revestida” o “vestida de”, lo cual es una invitación a estar preparada, a tomar acción. La preparación es una acción previa a eventos esperados o inesperados; es como estar con el código de vestimenta adecuado para cada ocasión.

El segundo día de este devocional, te hablé sobre la importancia de hacer una inversión en tu desarrollo integral. Hoy quiero decirte que parte de tu desarrollo integral consiste en aprender a prepararte ante la posibilidad de que ocurran imprevistos, buenos y no tan buenos. Esto es esencial porque si no has desarrollado el carácter para enfrentarlos, te van a sacudir la vida. Pero, sobre todo, porque si llegan las bendiciones que Dios tiene para ti y no estás lista para recibirlas, las oportunidades pueden pasar frente a ti sin que las veas.

Hay días que necesitamos una amiga de mano firme que nos cite este verso bíblico, y hoy voy a ser yo: “Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; ¡esfuérzate, y pon mano a la obra!” (Esdras 10:4)

Pon todo tu empeño. Si iniciaste algo, no lo dejes por la mitad, complétalo. Si has ido a varias entrevistas de empleo y todavía no has logrado obtener un empleo, persevera y sigue buscando. Si hace tiempo debes mejorar tu comunicación con tu pareja, dale, hazlo ahora y no lo dejes para después. Si como madre sabes que debes hacer un balance en tu agenda, pon manos a la obra porque la maternidad es una misión que nunca se deja. Si no puedes sola, busca ayuda, busca alternativas.

Secanías le decía a Esdras: “actúa y hazlo”. Hay una urgencia de actuar, de hacer algo para dar solución a los problemas. Siempre tendremos retos, porque ellos existen por razones específicas.

No más excusas, toma acción, ¡prepárate y levántate, porque esta es tu obligación!