Controla Lo Que Te ControlaSample
PON LA OTRA MEJILLA
«Nunca quita los ojos de los inocentes, sino que los pone en tronos en compañía de reyes y los exalta para siempre. Si están encadenados, y atrapados en una red de dificultades» (Job 36:7-8).
Dios oye, ve y recompensa a aquellos con corazón puro pero eso no significa que no pasaremos por disensiones y momentos tensos, difíciles...
Vuelve a leer los versículos.
El primero dice que los bendice y hace avanzar, poniéndoles en posiciones importantes pero en el segundo continua diciendo: "Si están encadenados, atrapados...".
Jesús padeció pero tuvo la mayor exaltación. Vivió como humilde pero era rey. La gente lo creía derrotado en la cruz pero fue más que vencedor. A veces a ojos del mundo, lo que hagamos será dejarnos perder cuando en realidad solo estaremos ganando.
Pablo, Pedro... todos ellos fueron bendecidos pero también pasaron por aflicciones y tribulaciones, recibieron insultos, enfrentaron sufrimiento, soledad, incomprensión, provocaciones... No permitas que nada de ello te condicione, mantente firme en tus principios y valores, no dejes que las situaciones de la vida ni las personas te corrompan, mantén vivo eso que Dios te ha dado.
No te desanimes ni te desalientes, vas a ir en contra del mundo, vas a ir en contra de lo que se supone que se hace y muchos no lo van a entender, creerán que haces el tonto de esa forma pero tú habrás logrado paz mental y vida en abundancia.
Lo normal en una discusión no es poner la otra mejilla, sino dar con la otra mano lo más fuerte que podamos. Poner la otra mejilla no significa denigrarnos, sino no rendirse donde la mayoría ya habría abandonado:
CARGA CON TU CRUZ.
No siempre es fácil, cansa y pesa en ciertos tramos del camino pero no puedes tener la cruz si no la llevas, es decir, no puedes seguir a Jesús si no estás dispuesto y comprometido a morir a ti mismo y todas esas pequeñas acciones y sentimientos que nos envenenan.
Muere a esos pensamientos, a ese rencor que guardas dentro de ti. No te es beneficioso en ninguna forma, te corroe y pudre por dentro. Te controla y te hace (sin quererlo) instrumento del mal, porque saca lo peor de ti, eso es lo único que causa y logra: mal para ti y mal para otros. Y el enemigo se regocija en ello porque logra tenerte en la posición que quiere; dañando y quebrantando tanto a otros como a ti mismo.
Abandona todo ello. Vale más tu paz mental y emocional que tener la razón, vale más esa relación que tu orgullo, vale más la sensatez y cordura que el odio y la gritería... Vale más la cruz, que tus excusas.
Oro para que Dios siga obrando en ti y permitiéndote entender, para que este devocional te haya sido de bendición y te haya servido como un soporte más para comenzar a dar pequeños pasos hacia tu objetivo en tu proceso de cambio y moldeamiento.
Puedes encontrar más contenido en: @loupreaches
About this Plan
Logra ser un mejor reflejo de Jesús respondiendo con sabiduría y mansedumbre aún en momentos de tensión. «Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y también con ella maldecimos a las personas que han sido creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. De una misma fuente no brota agua dulce y agua salada» (Santiago 3:9-11).
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